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El fin de la Unidad Nacional

"Producto de los ajustes en el gabinete ministerial realizados por el presidente Juan Manuel Santos, la alianza que bajo el nombre de Unidad Nacional lo acompañó en los casi seis años de mandato, parece desaparecer. Es decir, el Gobierno se quedaría sin el respaldo necesario para sacar adelante las iniciativas que necesita el país para enfrentar los retos actuales".

4 de mayo de 2016 Por:

"Producto de los ajustes en el gabinete ministerial realizados por el presidente Juan Manuel Santos, la alianza que bajo el nombre de Unidad Nacional lo acompañó en los casi seis años de mandato, parece desaparecer. Es decir, el Gobierno se quedaría sin el respaldo necesario para sacar adelante las iniciativas que necesita el país para enfrentar los retos actuales".

Producto de los ajustes en el gabinete ministerial realizados por el presidente Juan Manuel Santos, la alianza que bajo el nombre de Unidad Nacional lo acompañó en los casi seis años de mandato, parece desaparecer. Es decir, el Gobierno se quedaría sin el respaldo necesario para sacar adelante las iniciativas que necesita el país para enfrentar los retos actuales. No obstante, lo del cambio en los ministerios es apenas uno de los motivos para que partidos como el Liberal o el de la U proclamen el final de la alianza. Por lo que se le escucha a los dirigentes del liberalismo, la razón es más profunda y tiene relación con las elecciones que se realizarán dentro de dos años.Es decir, lo que está pasando tiene que ver más con el realinderamiento de fuerzas con vista a quién será el próximo Presidente de la República que con volver realidad los propósitos que hicieron posible la Unidad a la cual se le empieza a dar sepultura. Quiere ello decir que pueden quedar en el aire asuntos como las iniciativas que deberán aprobarse en el Congreso en caso de que se firme el acuerdo definitivo con las Farc, o la aprobación de la reforma tributaria que, según el Gobierno y los especialistas en Hacienda Pública, se requiere para superar el déficit fiscal causado por la caída en los precios del petróleo.La discrepancia parece tener su origen en los movimientos realizados por el Presidente en la nómina de sus colaboradores más cercanos. Aunque los aliados políticos tienen derecho a reclamar más cuotas, no parece claro que mantengan su participación en un Gobierno al cual acusan de parcialidad con vistas a los próximos comicios electorales. Como no es usual que quienes son nombrados para representar esos aliados sean hora desconocidos por los partidos a los cuales deberían representar, y queden en el gabinete a título personal.Se acaba así la representatividad política, aunque se da paso a una participación más amplia de la provincia en el Gobierno Central. Pero ya parece salir a flote una nueva puja, en la cual importa más quién es el sucesor del presidente Juan Manuel Santos que el respaldo a iniciativas como el proceso de paz. Si bien se empieza a insinuar que nace una nueva coalición, la de la Unidad por la Paz, difícil es asegurar que existe un compromiso firme de respaldo.Así, la política, por lo menos la que acompaña al Gobierno, empieza a dar un giro que aleja a los antiguos aliados, los cuales se preparan ya para el futuro electoral. Mientras tanto, el Primer Mandatario busca en los partidos de la izquierda, el Polo Democrático Alternativo y el Partido Verde, el apoyo que necesita la iniciativa de paz, aunque estos también hacen manifestación de su independencia. Esa es la política que rodea hoy a los asuntos que afectan la vida nacional, colmada de retos que reclaman un vigoroso respaldo político y no el reacomodo por conveniencias que parece tomarse a los partidos tradicionales. Habrá que esperar que iniciativas vitales para la Nación no naufraguen a causa de la lucha partidista y burocrática.

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