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El día de la Independencia

Durante gran parte del día, los manifestantes ejercieron sus derechos de manera libre, y en algunos sitios se hizo uso de los mecanismos para resolver por medio del diálogo las diferencias obvias que pueden presentarse en esta clase de eventos.

21 de julio de 2021 Por: Editorial .

Todo iba muy bien el pasado 20 de julio, cuando los instigadores del paro decidieron convertir el día nacional de la Independencia en otra jornada de protesta en varias ciudades del país. Infortunadamente, quienes también trataron de repetir el caos aparecieron al caer la tarde, siendo rechazados por la Fuerza Pública, en especial la Policía Nacional que disolvió con eficacia los intentos por desatar el vandalismo.

El día transcurrió en calma. Empezó con la instalación del último período de sesiones del Congreso de la República, ceremonia a cargo del presidente Iván Duque, la elección de sus mesas directivas y el ejercicio del derecho de réplica de los partidos de oposición. Esta vez, y debido de nuevo a la presencia de la pandemia, no se realizaron los desfiles en los cuales se hace el homenaje a la Independencia declarada en 1810, ni se convocó a los actos masivos que recuerdan nuestra nacionalidad colombiana con la participación de millones de personas en todo el país.

Pero sí se produjeron los actos de protesta que se habían anunciado por los organizadores del paro del 28 de abril pasado. En Cali, centenares de personas se hicieron presentes en los puntos definidos para realizar las marchas y las reuniones, las cuales transcurrieron con tranquilidad y bajo la vigilancia de las autoridades que habían tomado las precauciones necesarias para impedir que se cumplieran las amenazas de quienes pretendían aprovechar el llamado para desatar el terrorismo, atacar a la Policía y sembrar la zozobra.

Durante gran parte del día, los manifestantes ejercieron sus derechos de manera libre, y en algunos sitios se hizo uso de los mecanismos para resolver por medio del diálogo las diferencias obvias que pueden presentarse en esta clase de eventos. Hasta que, caída la tarde, los vándalos hicieron su aparición tanto en un evento programado en la zona de Puerto Rellena como en la concentración que se realizaba en la Calle Quinta, en la Loma de la Cruz.

Ello obligó a la reacción de las autoridades para impedir los propósitos de los vándalos que nada tenían que ver con quienes deseaban expresar sus pensamientos o su protesta. Como resultado se produjeron choques en los que resultaron heridas 33 personas, 18 de ellas integrantes de la Policía. Desde afectados por los gases lacrimógenos que se usaron para responder al desafío de los violentos, hasta heridas causadas por ataques contra los servidores públicos, esas personas fueron la contribución de los que siempre han pretendido dividir a la sociedad y sembrar el terror, aprovechando las convocatorias para expresar la inconformidad o la oposición frente a lo que ocurre en nuestro país.

Culminó así el día de la Independencia de Colombia, en su versión del 2021. Quienes quisieron participar en los actos programados para la protesta pudieron hacerlo sin limitación alguna, y la inmensa mayoría de los colombianos tuvieron un día en paz pese a la amenaza de quienes han hecho de la violencia su razón de ser. Fue una nueva demostración de que, con sus imperfecciones, en Colombia existe una democracia que respeta el derecho a disentir.

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