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El debate del Presupuesto

Al presentar su proyecto de presupuesto, el Gobierno inicia el debate nacional sobre su contenido y lo que significa para todo el país. Lo que más preocupa por ahora es la afirmación del ministro Alberto...

30 de julio de 2019 Por: Editorial .

Al conocerse el Presupuesto Nacional para el 2020, el país recibe la indicación sobre las directrices del Gobierno que se inició hace un año. Además las cifras allí planteadas, en especial un déficit que el Ministro de Hacienda calcula en 8 billones de pesos, la propuesta vuelve a mostrar los problemas para equilibrar las finanzas públicas y los riesgos que implican para la economía.

Al llegar a los 271,7 billones de pesos de egresos, el proyecto muestra la intención de incrementar los recursos destinados a la Educación, la Defensa Nacional, la Justicia y los correspondientes al ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Comparado con el del 2019, el del próximo año muestra un aumento del 5% aunque se plantea un apretón del 5% en el gasto público que bajará al 14% del total, llegando a $172 billones en gastos y a una disminución en la inversión de $40, 3 billones, que significa una reducción de $6,5 billones, el 14,5%.

Por el lado de los ingresos, el Ejecutivo calcula el recaudo de impuestos en $158,5 billones, lo que significa un aumento del 6,8% con respecto al 2019. Y de nuevo, como cada año y cada Gobierno, la queja se presenta en las inflexibilidades que ocasionan las partidas fijadas por la ley como las participaciones que deben entregarse a los entes territoriales para atender obligaciones en materia de educación, salud o seguridad, lo que desde ya debe llamar la atención de los departamentos y municipios ante el impacto que recibirían. No parece claro que se les exija más y mejores servicios mientras se amenaza con rebajar los aportes de la Nación para esa obligación.

Al presentar su proyecto de presupuesto, el Gobierno inicia el debate nacional sobre su contenido y lo que significa para todo el país. Lo que más preocupa por ahora es la afirmación del ministro Alberto Carrasquilla sobre la falta de ocho billones de pesos, algo así como el 3% y equivalente a otra reforma tributaria como la aprobada en diciembre pasado, para poder balancear el Presupuesto. Y aunque el Funcionario advierte que puede ser llenado con la venta de activos de la Nación, como la participación en ISA y el 10% de Ecopetrol, difícil es afirmar que esas negociaciones puedan realizarse en el transcurso del año próximo.

Con base en ese presupuesto, el Gobierno empezará en firme la aplicación del Plan de Desarrollo que fue aprobado en la pasada legislatura. Y según lo expresado por sus voceros, la aspiración es conseguir un crecimiento en el PIB que se inicia en el 4,0% para el 2020 y debe llegar al 4,4% en el 2022. Una pretensión optimista que contrasta con los temores expresados en la última reunión de la Junta Directiva del Banco de la República celebrada ayer.

Está servido pues el plato del Presupuesto, con el que se conoce cuál será la orientación del Gobierno en su actividad. Los debates que realizará el Congreso deberían estar libre de intereses partidistas, pero tendrán que contar con la atención de quienes representan a la provincia colombiana para evitar sorpresas que limiten los recursos que necesitan las regiones colombianas.

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