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El acuerdo es necesario

Es claro que los operadores del MÍO tienen dificultades, lo cual se refleja en la reducción del número de buses en rodamiento. Y al invertir en la recuperación del parque automotor, el Estado no está regalando sus recursos sino garantizando un mejor servicio a los usuarios. Eso debe significar más pasajeros y acercarse al punto de equilibrio, lo que redundará en mejores ingresos para los actores del Sistema.

12 de agosto de 2016 Por:

Es claro que los operadores del MÍO tienen dificultades, lo cual se refleja en la reducción del número de buses en rodamiento. Y al invertir en la recuperación del parque automotor, el Estado no está regalando sus recursos sino garantizando un mejor servicio a los usuarios. Eso debe significar más pasajeros y acercarse al punto de equilibrio, lo que redundará en mejores ingresos para los actores del Sistema.

Luego de un mes de intensas discusiones, la Comisión de Presupuesto del Concejo decidió no aprobar la autorización a la Administración Municipal para entregar los recursos que había destinado a incentivar la demanda en el Sistema de Transporte Masivo. Aunque haya diferencias, es importante recalcar la necesidad de superarlas y llegar a un acuerdo que permita sacar adelante el MÍO como la solución a la movilidad en la ciudad. La propuesta es fundamental para resolver uno de los problemas más graves de Cali. Y si bien el monto de los recursos no salvarán el Sistema, sí será un gran impulso para sacar a rodar más buses, lo que significará mejorar las condiciones para los usuarios que se quejan de las demoras, de la cancelación de rutas y de las incomodidades que ello les representa.Ese es el sentido del subsidio. Al ampliar el parque en rodamiento, hoy limitado por las dificultades de los operadores cuyas finanzas son afectadas además por el estancamiento en el flujo de pasajeros, lo que se pretende es romper el nudo que impide buscar las soluciones que con juicio destacable ha presentado Metrocali para salvar el sistema.Por eso, y si bien es entendible que existan dudas desde el punto de vista jurídico, no es menos cierto que la Ley 1753 del 2015 autorizó los subsidios a la demanda, lo que no significa solo reducir las tarifas o beneficiar a grupos específicos de usuarios. Se trata de aplicar en Colombia lo que se ha hecho en las ciudades que usan el modelo de sistemas masivos de transporte como el de Cali. Hacer esa inversión significa destinar recursos públicos para acabar el caos en las vías, recuperar el espacio público, mejorar el medio ambiente y orientar el desarrollo urbano mediante un sistema que garantiza seguridad y confort al usuario. Por eso se justifica que el Estado aporte para garantizar la sostenibilidad del modelo, independiente de si su operación la realicen entidades privadas como es el caso de Cali. Ese es el propósito de la propuesta. Es claro que los operadores del MÍO tienen dificultades, lo cual se refleja en la reducción del número de buses en rodamiento. Y al invertir en la recuperación del parque automotor, el Estado no está regalando sus recursos sino garantizando un mejor servicio a los usuarios. Eso debe significar más pasajeros y acercarse al punto de equilibrio, lo que redundará en mejores ingresos para los actores del Sistema. Sumado a las propuestas para el mediano plazo que planea Metrocali, el subsidio aporta al rescate del Sistema. Por ello es necesario superar las diferencias entre los integrantes del Concejo Municipal y la Administración para llegar al acuerdo que dé vida a ese propósito. Lo que no implica renunciar a su autonomía, pero tampoco usar las facultades de los concejales para conseguir beneficios de cualquier género.Se sabe que existen inquietudes sobre la legalidad del proyecto. Lo que corresponde entonces es disipar las dudas y crear un consenso para construir el acuerdo que responda a las necesidades de la ciudad, la recuperación del MÍO.

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