El acuerdo con Irán

A menos de una semana de que se cumpla el ultimátum dado por Donald Trump para modificar el acuerdo nuclear con Irán, Europa no encuentra los caminos para sacudirse de esta ‘papa caliente’ que tiene entre manos.

El Presidente de Estados Unidos considera inaceptable el acuerdo firmado por su predecesor y las potencias del Viejo Continente en el 2015. Trump advirtió que si antes del 12 de mayo no se ha modificado, se negará a extender el alivio de sanciones para Irán, uno de los principales productores de petróleo.

Los países europeos que firmaron el acuerdo, entre ellos el Reino Unido, Francia y Alemania, han tratado de persuadir al Presidente estadounidense para salvar el pacto. Sostienen que Irán ha cumplido con los términos acordados. Sin embargo, para Trump y sus más cercanos colaboradores, la cuestión iraní pasa más por el posicionamiento del país de los ayatolas en la conflictiva región del medio oriente.

El problema no es tanto el programa nuclear de Irán como el papel que desempeña Teherán en la región. Israel y Arabia Saudita se han unido para demostrar que Irán es un factor de desestabilización en la zona. Aunque los iraníes se han empeñado en tratar de demostrar que han abandonado sus intereses de exportar la revolución islámica, es evidente que su brazo armado internacional, el Hezbolá, continúa desde El Líbano coordinando las acciones en las que Irán ataca en la región.

La guerra en Yemen es el escenario donde Arabia Saudita y la regional chiíta se han enfrentado de forma más encarnizada. La coalición saudita acusa al gobierno de Teherán de tratar de expandir su influencia en los países árabes y derrocar a las monarquías petroleras.

Mientras tanto, Israel señaló a Irán de continuar con un programa de armamento nuclear secreto y aseguró que engañan al mundo. Para el primer ministro israelí, “Irán miente” y dijo que compartió toda la información con Estados Unidos que habría verificado su autenticidad.
Los europeos han guardado silencio y el presidente Trump aprovechó esta denuncia para arreciar en sus críticas contra el tratado firmado por Obama.

Las especulaciones giran alrededor de la posición que asumirán las potencias europeas, y de lo que hará Irán. Pero la gran preocupación es hasta dónde llegará Estados Unidos. Por ahora, el gobierno de los ayatolas anunció que no renegociará lo que fue acordado hace años y que ya ha sido implementado.

La situación parece que terminará en un punto de no retorno, pues los europeos tienen amarradas las manos. Macron y Merkel han intentado persuadir a Trump, pero éste aborrece al régimen iraní, al que acusa de propagar el terrorismo en occidente, y lo que pretende es su derrumbe.
Europa se ha visto beneficiada con el acuerdo alcanzado pues le está llegando petróleo desde Irán y una crisis a estas alturas, con el precio del petróleo por las nubes, afectaría su economía.

Un incendio que parecía haberse sofocado hace tres años, ha comenzado a arder de nuevo. Se avecina una semana crucial que podría conducir a la agudización de un conflicto en una de las región más inestables del mundo.
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