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Día clave en Venezuela

"Al presentar un solo candidato para enfrentar al chavismo y a las fuerzas de la ‘boliburguesía’, declaran que el interés nacional está por encima de los intereses de cada bandería partidista".

13 de febrero de 2012 Por:

"Al presentar un solo candidato para enfrentar al chavismo y a las fuerzas de la ‘boliburguesía’, declaran que el interés nacional está por encima de los intereses de cada bandería partidista".

Ayer los venezolanos acudieron a las urnas para una votación insólita: los 20 partidos opositores agrupados en la Mesa de Unidad Democrática -MUD-, decidieron someter al veredicto popular los nombres de varios aspirantes a convertirse en los contrincantes de Chávez en las elecciones presidenciales del 7 de octubre.Con ello la MUD ha dado un paso adelante para corregir errores del pasado. Al presentar un solo candidato para enfrentar al chavismo y a las fuerzas de la ‘boliburguesía’, declaran que el interés nacional está por encima de los intereses de cada bandería partidista. Además se aprestan a cosechar los buenos resultados de las pasadas elecciones parlamentarias en las que obtuvieron apenas cien mil votos menos que el partido de gobierno.Cinco precandidatos lucharon por llevarse la victoria, aunque sólo dos aparecían como favoritos: los gobernadores de los estados más poblados del país, Henrique Capriles Radonsnki, de 39 años, Miranda, y Pablo Pérez, de 42 años, Zulia. La diputada independiente María Corina Machado, el exembajador Diego Arria y el sindicalista Pablo Medina tenían escasas probabilidades de acuerdo a los sondeos.Además, eligieron candidatos opositores a las gobernaciones, alcaldía y organismos colegiados. Con excepción de Pablo Medina, los demás aspirantes adhirieron al programa conjunto de la MUD, que centra su atención en la inseguridad, la política energética, las expropiaciones y reformas constitucionales para garantizar el equilibrio constitucional de los poderes públicos.Claro que cada uno tiene sus propuestas de gobierno. El favorito y ganador Capriles se ha declarado seguidor del “modelo Lula” y pregona las bondades de un “capitalismo social”, al tiempo que promete una eliminación gradual de la política de nacionalizaciones. Pérez, por su parte, más arropado por las agrupaciones tradicionales de la política venezolana, busca captar votos en sectores chavistas desencantados. Para ello promete mantener las misiones, y varios de los programas sociales de Chávez. De María Corina se destaca su valentía y deseo de impulsar un tipo de “capitalismo popular”, lo mismo que su independencia política que la llevó a ser elegida diputada (congresista) con la más alta votación en el país. Arria tiene imagen negativa porque se lo vincula a la vieja política de adecos y copeyanos, mientras Medina pertenece a un nicho poco determinante, pues la mayoría del sindicalismo está controlada por las fuerzas leales a Chávez.Como es lógico, escoger a un candidato único de oposición es un paso clave, pero es apenas el primer paso. Pues si bien la situación parece favorables, dado el hastío con la prolongada dictadura chavista y la incertidumbre que provoca su enfermedad, entre muchos electores existe el temor de una vuelta a la época de adecos y copeyanos, impregnada de corrupción y despilfarro, que fue precisamente lo que le permitió a Hugo Chávez llegar al poder.La oposición venezolana dio un primer paso necesario, pero ahora tiene que convertirlo en suficiente. Para eso debe superar muchos obstáculos más, perseverando en su unidad.

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