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De paro en paro

" el país sufre una nueva parálisis con todas las características de un acto oportunista. No de otra manera se puede llamar a un movimiento que fue convocado porque, según el comunicado de la Federación que agrupa a los profesores y maestros vinculados al sector público, no ha dado resultados desde el pasado 22 de abril, cuando se iniciaron las conversaciones entre los dirigentes sindicales y el Ministerio de Educación. Es decir, 13 días hábiles se ha demorado el Gobierno en atender sus peticiones. ¿A qué se debe tanta premura? ¿Habrá una razón distinta al aprovechamiento del momento político?"

14 de mayo de 2014 Por:

" el país sufre una nueva parálisis con todas las características de un acto oportunista. No de otra manera se puede llamar a un movimiento que fue convocado porque, según el comunicado de la Federación que agrupa a los profesores y maestros vinculados al sector público, no ha dado resultados desde el pasado 22 de abril, cuando se iniciaron las conversaciones entre los dirigentes sindicales y el Ministerio de Educación. Es decir, 13 días hábiles se ha demorado el Gobierno en atender sus peticiones. ¿A qué se debe tanta premura? ¿Habrá una razón distinta al aprovechamiento del momento político?"

Como si no fuera suficiente con las consecuencias que la Nación ha debido asumir a raíz del paro agrario, hoy se inicia otro movimiento, encabezado por la Federación Colombiana de Educadores, Fecode. Con lo cual, además de perjudicar a centenares de miles de jóvenes y niños que estudian en instituciones oficiales, se le aumenta otro motivo de perturbación al de por sí caldeado ambiente que vive el país. Tres puntos llevaron a los directivos del sindicato a decretar el paro: “Suspensión transitoria de la evaluación de competencias, con nuevos criterios o alternativas de manera que permita a los docentes del 1278 ascender en el escalafón; y el cumplimiento del pliego de condiciones contratado para la prestación de los servicios de salud”. Como puede verse, son asuntos que pueden ser discutidos con tranquilidad. Y en casos como el de los ascensos, basta una revisión que defina si los aspirantes a esa reclasificación cumplen los requisitos fijados por la ley. Pero no es este el caso para Fecode. ¿Cómo dejar pasar la oportunidad de causar ruido a menos de diez días de unas elecciones presidenciales? ¿Cómo no aprovechar la oportunidad que brinda el hecho de que el Gobierno ha sido tolerante y democrático en el tratamiento al paro agrario, ofreciendo importantes beneficios, algunos justos y otros presionados por el momento político? Esas son las preguntas que surgen hoy, cuando los colombianos empiezan a sentir el efecto de una movilización que rebasa los límites de una protesta social para convertirse en otro intento por conseguir beneficios que se otorgan para conjurar la amenaza a la tranquilidad preelectoral. Así, el país sufre una nueva parálisis con todas las características de un acto oportunista. No de otra manera se puede llamar a un movimiento que fue convocado porque, según el comunicado de la Federación que agrupa a los profesores y maestros vinculados al sector público, no ha dado resultados desde el pasado 22 de abril, cuando se iniciaron las conversaciones entre los dirigentes sindicales y el Ministerio de Educación. Es decir, 13 días hábiles se ha demorado el Gobierno en atender sus peticiones. ¿A qué se debe tanta premura? ¿Habrá una razón distinta al aprovechamiento del momento político?Ya se sabe entonces que se producirán manifestaciones reclamando por la injusticia del Estado con los afiliados a Fecode. Por supuesto, no habrá alusión a la mala calidad de la educación que están recibiendo los alumnos que asisten a escuelas y colegios públicos, reflejada en los resultados de pruebas y mediciones en Colombia y en el extranjero. Como tampoco habrá mención a la necesidad de reformar el sistema educativo, de exigir a los maestros y profesores y de reclamar por una nueva política educativa acorde con las necesidades de la Nación. A partir de hoy, Colombia está expuesta a un paro que puede prolongarse de manera indefinida y hasta tanto el Gobierno ceda a las vías de hecho. Mientras tanto, cientos de miles de estudiantes perderán sus clases y el país tendrá que aguantar el chantaje que significa el paro de Fecode.

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