Serenidad frente a la emergencia

Con la alocución presidencial del pasado miércoles, Colombia reconoce de manera oficial la presencia en el país del coronavirus de Wuhan y las medidas que se tomarán para enfrentar lo que la Organización Mundial de la Salud ya calificó como pandemia. En adelante, la colaboración de los colombianos y el acatamiento de las precauciones serán claves para evitar consecuencias mayores.

La característica de pandemia se debe ante todo a la facilidad de expansión que ha mostrado un virus que surgió en diciembre pasado en China y ha tocado ya a todos los continentes. Ante las dificultades de contener su propagación y de encontrar una vacuna, la OMS lanzó su alerta, no obstante que mantiene su llamado a la tranquilidad. Es de recordar que hace 15 días, su directora de salud pública afirmó que el 80% de los contagiados no desarrolla síntomas, el 17% presenta condiciones manejables y sólo una porción cercana al 3% sufre consecuencias graves o letales.

En cuanto a Colombia, y aunque ya hay nueve casos detectados, se sabe que las autoridades sanitarias han venido desarrollando una intensa actividad para detectar los contagios de manera temprana y tomar las medidas de cuarentena y atención que se requiere. En el marco de esa política, y reiterando que evitar su propagación es por ahora imposible, ya se establecieron aislamientos obligatorios a quienes lleguen de algunos países de Europa, así como se ha suspendido el desembarco y el arribo de cruceros a Cartagena y demás puertos.

Además, hasta ahora se han suspendido reuniones de más de quinientas personas, así como los eventos deportivos, culturales y turísticos, lo que sin duda significará un golpe de proporciones para muchos sectores de la producción y de servicios. También es claro que la infortunada coincidencia con el conflicto entre Arabia Saudita y Rusia por la reducción de las cuotas de producción de petróleo ha llevado a la caída de los mercados internacionales y, en nuestro caso, a una sensible devaluación del peso, lo que está ocasionando serias inquietudes sobre la estabilidad de la economía nacional.

Esa crisis económica es de carácter mundial y de proporciones equivalentes a la que se presentó en el 2008. Reconociendo que la parálisis en China, la segunda economía del planeta, fue el origen de lo que hoy está ocurriendo, ahora puede decirse que ese país está saliendo de la emergencia y en pocas semanas deberá recuperar la normalidad.

Frente a ello, hay que repetir la necesidad de mantener la serenidad ante una crisis que por ahora parece pasajera. Debe tenerse en cuenta que China ya muestra una caída importante y sostenida en los casos reportados y el 90% de los contagiados, más de 100.000 personas, ya superaron la enfermedad.

La salud, el contagio y la atención a la emergencia causada por el Covid-19 son una prioridad para Colombia y el mundo. Y la economía es el sector que ha sufrido el mayor impacto de la que fue declarada pandemia mundial. Lo que sigue es actuar con prudencia para impedir que sus efectos se prolonguen en el tiempo y causen mayores estragos de los que hasta ahora se registran.