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Cali 2011

4 de enero de 2011 Por:

"El 2011 significará un inusual impulso a la infraestructura vial de la capital vallecaucana, para el cual debe promoverse ante todo la colaboración de la ciudadanía".

El comienzo del año significará para Cali el inicio de una época en la cual se empezarán a concretar muchas de las obras de infraestructura que los caleños comenzaron a pagar mediante el sistema de Valorización. Y deberá ser también el momento para terminar el MÍO, resolver las dificultades que enfrenta y cumplir la promesa de ser el proyecto que transformará la vida de la ciudad.Luego de una respuesta importante de los contribuyentes, desde hace unos meses se empezaron a desarrollar algunas de las llamadas Megaobras, como la Plazoleta de la Caleñidad frente al Centro Administrativo Municipal y los colegios en el Distrito de Aguablanca. Son obras que, salvo la reconstrucción de la Calle 44 Norte y algunas calles del barrio Versalles o el puente de la Carrera Octava en el cruce con la Autopista Suroriental y la reconstrucción del estadio Pascual Guerrero, no tienen impacto en la circulación, por lo cual no hay mayores discusiones sobre su desarrollo, salvo por el temor de que su ejecución se dilate. Dentro de pocos días se iniciarán obras clave en el centro de la ciudad, como el hundimiento de la Carrera Primera entre calles Octava y Trece, la renovación de la Carrera Octava Norte y el llamado “proyecto Granada”, que se realizará mediante un convenio celebrado entre el Departamento, Emcali y Acuavalle, empresa que maneja acueductos en algunos municipios vallecaucanos. Hay que preguntar cómo fue posible ese convenio, si su financiación está asegurada y si tiene los permisos respectivos. Y, de otra parte, también deben concretarse las obras finales del MÍO, como son las estaciones terminales y la troncal de Aguablanca, además de lograrse el retiro de los buses y busetas que circulan hoy por las vías, compitiendo con el Sistema de Transporte Masivo. Si bien la intervención en materia de infraestructura ya está avanzada, las decisiones que se tomen afectarán de manera profunda la movilidad de los caleños. Por ello, el esfuerzo tendrá que dirigirse a informar a la ciudadanía sobre los cambios que se adopten y a educarlos en el uso del Sistema.Los ejemplos descritos sirven para medir la labor que deberá realizar la Administración Municipal en este año, el último al frente de los destinos de Cali. Ahora se trata de preparar a la ciudad para las incomodidades que deberá afrontar mientras se realizan las obras y de responder a los cientos de negocios y empresas que se verán afectados por ellas. El 2011 significará un inusual impulso a la infraestructura vial de la capital vallecaucana, para el cual debe promoverse ante todo la colaboración de la ciudadanía.El desafío que representa ese impulso necesita la colaboración de los habitantes de Cali. Su aporte será mucho más que la valorización y los impuestos que deben pagar: es la necesidad de tener paciencia ante las incomodidades que se presentarán. Pero deberán ser acompañados de la decisión del Gobierno local para resolver esos problemas, con más guardas de tránsito y menos guardas cívicos; con transparencia en la ejecución de las obras y con los oídos abiertos a los reclamos y aportes de los caleños.

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