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A salvar el fútbol

"...La conversión de los equipos de fútbol en sociedades anónimas salta como una alternativa y por eso el Congreso de la República discute un proyecto de ley con ese fin. Esa quizás sea una solución, pero los clubes pueden explorar otras, las que más les convengan o se ajusten a sus necesidades, con tal de salir del abismo..."

7 de enero de 2011 Por:

"...La conversión de los equipos de fútbol en sociedades anónimas salta como una alternativa y por eso el Congreso de la República discute un proyecto de ley con ese fin. Esa quizás sea una solución, pero los clubes pueden explorar otras, las que más les convengan o se ajusten a sus necesidades, con tal de salir del abismo..."

El año que comienza trae un gran reto para el fútbol colombiano, al margen de lo deportivo. De una u otra forma los clubes deberán organizarse en la parte administrativa y detener la crisis financiera que aqueja gravemente a la mayoría de ellos.Ya lo advirtió tajantemente Coldeportes. Si antes de comenzar la Liga Postobón (febrero 5 y 6) no se han puesto al día en sus obligaciones, América, Junior, Cúcuta, Pereira, Cortuluá, Unión Magdalena, Alianza Petrolera y Patriotas (los cuatro últimos de la segunda división), perderán el reconocimiento deportivo y como consecuencia quedarán fuera de toda competencia oficial.El América -que al lado de Millonarios es el equipo que más títulos tiene en Colombia- es el que vive la peor situación. Sus pasivos, cercanos a los $18.000 millones, superan tres veces su patrimonio y por ahora el elenco rojo no puede inscribir jugadores ante la Dimayor para el torneo entrante.Difícil pensar que América y los demás clubes puedan estar al día antes de lo pactado, pero la posición de Coldeportes, que para muchos tuvo tono de amenaza, parece mantenerse firme. Lo cierto es que ceda o no Coldeportes en su advertencia, los clubes deben aprovechar esta coyuntura para organizarse en sus finanzas y sepultar definitivamente esa informalidad que a muchos de ellos caracteriza y, desde luego, lastima.La conversión de los equipos de fútbol en sociedades anónimas salta como una alternativa y por eso el Congreso de la República discute un proyecto de ley con ese fin. Esa quizás sea una solución, pero los clubes pueden explorar otras, las que más les convengan o se ajusten a sus necesidades, con tal de salir del abismo en el que se encuentran.Hasta el presidente Juan Manuel Santos ha lanzado su voz de alerta y ha comprometido a su Gobierno en allanar el camino para que el fútbol colombiano -agobiado no sólo por la crisis financiera, sino por esa vieja costumbre de abrirle las puertas al narcotráfico y cohonestar en algunos casos con las acciones de las barras bravas- pueda sobrevivir a esta hecatombe que se avecina.Pero semejante tarea será posible sólo si los equipos se comprometen a enderezar su rumbo. Si se dejan manejar por directivos de verdad, ejecutivos que sepan mover con eficiencia y transparencia el negocio del fútbol. Es hora de salvar entre todos este barco, porque, de lo contrario, su hundimiento es más inminente de lo que se piensa.

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