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El referendo

La propuesta de la senadora Viviane Morales de hacer un referendo para...

1 de septiembre de 2014 Por: Víctor Diusabá Rojas

La propuesta de la senadora Viviane Morales de hacer un referendo para que sea la gente la que, en últimas, decida si parejas del mismo sexo pueden adoptar a menores, con algunas restricciones, tal y como lo decidió la Corte Constitucional la semana pasada, propicia el desacato a las decisiones judiciales y va en contravía de la institucionalidad. Y resulta curioso que sea precisamente ella, que sabe muy bien el valor de la institucionalidad, quien le tire piedras al tejado de lo que tanto ha costado construir, una Constitución y el respeto por la misma. ¿Qué tal que cuando ella estuvo al frente de la Fiscalía General de la Nación nos hubiésemos puesto en la tarea de sumar y restar simpatías sobre las medidas adoptadas por su despacho para, finalmente, darlas por válidas? A la senadora y a muchos colombianos no les gustó lo que decidió la Corte sobre la adopción por parejas del mismo sexo. En cambio, quizás sea menor el número de quienes estamos de acuerdo con el fallo. Ella dice que disiente por razones de moral y ética. Está en su derecho, pero la mayoría de la Corte dijo la última palabra. Y eso que el alto tribunal se quedó corto en el alcance de su sentencia al restringir la adopción al hecho de que los menores sean hijos de alguno de los miembros de la pareja. Magistrados, eso es discriminatorio. ¿Por qué a las parejas heterosexuales no les aplican el mismo requisito? ¿Cuál es la diferencia, luego de varios fallos al respecto, entre unas y otras? Morales debería manifestar su desacuerdo pero respetar a la Corte y a las minorías. A mí, por ejemplo, no me gustan los diezmos que la gente paga en las iglesias (en todas), entre otras razones porque no sé a dónde, o mejor, a quién y a quiénes van a parar esos ríos de plata. A propósito, siempre me he preguntado si la Dian, o a quién corresponda, tiene claras esas cuentas. Pero jamás ha pasado por mi cabeza someter a referendo si está bien que existan los diezmos. Acato y respeto lo que dice la ley porque los diezmos son legales. Me surge una duda: ¿Lo son?Ahora bien, no ha sido Viviane Morales la inventora de este intento de atajo. El referendo, una opción de debate y de expresión para casos excepcionales, amenaza con convertirse en este país en la mejor herramienta del Estado de Opinión, ese mismo que les sirvió en la mitad del Siglo XX a los totalitarismos para validar políticamente lo que luego sus serían atrocidades, con el cuento de que se hacía lo que decían las mayorías, arrastradas por el nacionalismo extremo, la demagogia y la mentira, entre muchas pestes. Es decir, como no me gusta este tipo de adopción, o el aborto, o las carnes rojas, o el matrimonio homosexual, o el derecho a fumar, o el reguetón, o las corridas de toros, pues hagamos un referendo y quienes pierdan, de malas, ¡a desaparecer y que pase el siguiente! En el tema de imponer lo que sea sobre las minorías se sabe dónde se comienza pero jamás dónde se termina. La enfermedad tiene nombre: ‘Prohibicionitis’. Y se propaga a punta del virus de la ‘referendoritis’, o de otro que se pone de moda, los firmatones. Sobrero: Aplaudo el hecho de que Cecilia Álvarez y Gina Parody pidan respeto por su relación. En una sociedad mojigata como esta se necesita valor para hacer algo así. Sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos debería darle una explicación al país sobre si hay, o no, conflicto de intereses en el hecho de que dos ministros de su despacho (ministras para el caso) sean pareja. ¿O es que también para el Gobierno, como para la Corte, hay diferencias entre las parejas heterosexuales y las del mismo sexo?

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