Peste & Cólera
Se trata de una novela poco conocida en Colombia, diría incluso que para nada conocida, lastimosamente. Se llama Peste & Cólera, del escritor francés Patrick Deville, publicada por editorial Anagrama en 2014 y traducida nada menos que por José Manuel Fajardo, el gran novelista español, uno de los mejores prosistas en lengua castellana y que en Cali es conocido y tiene muchos lectores. La novela viene precedida de un éxito descomunal en Francia, pues en el 2012, año en que fue publicada, obtuvo el Premio Femina y el Premio Fnac de novela, ambos prestigiosísimos, pero sobre todo obtuvo el más importante, que es el de los lectores, ya que fue un gran éxito de ventas.
Peste & Cólera cuenta la historia de Alexandre Yersin, bacteriólogo suizo y francés, ligado al Instituto Louis Pasteur de París, quien durante la gran epidemia de peste de 1894 en Hong Kong logró aislar y detectar el bacilo de la peste, que hoy lleva su nombre, el Yersinia pestis. De acuerdo a Deville, esta y sus otras novelas forman parte de un proyecto literario que él denomina “novelas sin ficción”, es decir el resultado de una extraordinaria investigación sobre un personaje para narrar su vida, pero no solo eso: también la vida de la cultura en esos mismos años, y la de la política, y la de la ciencia en general, y la de las artes y los espectáculos, y la de los avatares humanos o naturales más llamativos o asombrosos, de modo que ir leyendo una novela de Deville significa adentrarse en una época al son de los eventos y sucesos que mejor la definen.
En Peste & Cólera, por ejemplo, a medida que avanzamos en la vida de Alexander Yersin vemos en contrapunto el desarrollo de la vida del poeta Arthur Rimbaud, pero no de forma exhaustiva, sino a través de pequeños guiños, clips que funcionan como el sonido de un tambor lejano, que va dándole un ritmo y una prosodia a los avatares de la historia. Como Rimbaud, hay otros que se asoman de manera fugaz, caso de Joseph Conrad (por cuanto pueda ser fugaz el viejo Conrad), o el viajero Livingstone o el francés Brazza, que coincidió con Conrad en las bocas del río Congo, o el novelista y viajero Pierre Loti, que viajó mucho por Asia y que estuvo en China, concretamente en Pekín, justo después de la Guerra de los Bóxers.
En esta novela, como en todas las otras suyas que he leído de forma vertiginosa, Deville es un apasionado viajero, lector e historiador, que persigue sombras literarias y humanas por los cuatro continentes y a través de centenares de libros. Su técnica de la no-ficción es absolutamente original con respecto a la no-ficción conocida y en boga en el mundo literario. Cada una de sus páginas es una increíble síntesis de lo más interesante que, para un intelectual y amante de los libros, ocurrió en cada particular circunstancia de la vida que cuenta, en el lugar, pero también en espacios cercanos e incluso en épocas cercanas, porque las cosas importantes hacen eco en otras y se expanden, a veces en el tiempo y a veces en la geografía, y así se va tejiendo una trama silenciosa en la realidad que sólo grandes escritores como Deville saben no sólo encontrar, sino también expresar, porque son líneas narrativas que, al fin y al cabo, revelan la historia secreta del mundo y la invisible narración de las mejores aventuras humanas.
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