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A pesar de todos los problemas en que solemos meternos los colombianos,...

4 de junio de 2011 Por: Ricardo Villaveces

A pesar de todos los problemas en que solemos meternos los colombianos, lo cierto es que el país está cambiando en forma positiva en muchos aspectos. Uno de ellos, de inmensa importancia, tiene que ver con la apreciación que de él se tiene en el exterior. En un mundo globalizado y ante la imperiosa necesidad de insertarse en él desde sus diferentes dimensiones, el que se nos perciba positivamente y se le dé una perspectiva y una lectura balanceada a nuestros problemas es, sin lugar a dudas, muy valioso.Ese cambio de percepción se aprecia en las notas cada vez más frecuentes de publicaciones reconocidas sobre nuestros lugares turísticos, como el caso de las variadas referencias que el New York Times ha hecho del país, pero es mucho más que eso. Es la presencia creciente de inversionistas que empezaron a venir atraídos por sectores en los que son comunes los altos riesgos, como sucede con la minería y los hidrocarburos. Hoy, afortunadamente, los inversionistas están por todos lados y se vuelven factibles proyectos que hace unos años sólo se podrían calificar de soñadores. Es el caso de la integración de las bolsas. El llamado Mila, que tiene todos los elementos para convertirse en un gran paso adelante en términos de verdadera integración. Este tipo de iniciativas son las que le dan solidez a planteamientos geopolíticos como el Acuerdo de Integración Profunda que comienza a estructurarse con Chile, Perú y México que son, sin duda, los países con los que tenemos mayor afinidad regional. Por qué no pensar entonces, si el Mila camina como debe, en incorporar a México y conformar así la contraparte bursátil para el gigante brasileño en las Américas.Este tipo de cosas se logran por que ya no nos ven como parias, como ocurría en tiempos del gobierno de Samper; ni como ‘el niño diferente’ como sucedía durante el gobierno anterior. Poco a poco se vuelven realidades cosas que eran impensables hasta hace poco tiempo. Por ejemplo, el lograr la movilidad de los colombianos sin restricciones. Un ejemplo que me dejó gratamente sorprendido fue el que me ocurrió el día de ayer cuando pude viajar a Brasil, desde donde escribo esta nota, sólo presentando mi cédula colombiana. Lo mismo, según me decían en la línea aérea, lo están haciendo ya muchos colombianos que viajan a Argentina, Perú y Ecuador (en este último, sin embargo, con la presentación del pasado judicial). El protagonismo que está adquiriendo el país en el escenario internacional y el excelente manejo que al tema le vienen dando el Presidente y su Canciller sólo puede llevar a más y mejores cosas de este estilo. A que se fortalezca el proceso que desde muchos frentes se viene presentando de reinserción de Colombia en el escenario global y de consolidación de un liderazgo regional que, sin duda, traerá muchas cosas buenas a este país tan particular, pero con tantas posibilidades para aprovechar la ventana de oportunidad que está ofreciendo el mundo a las economías emergentes que sepan aprovechar el momento.