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La tarea que se viene

En ocasiones anteriores nos hemos referido en esta columna a la importancia...

22 de marzo de 2014 Por: Ricardo Villaveces

En ocasiones anteriores nos hemos referido en esta columna a la importancia que tiene Bogotá en el desarrollo urbano nacional. Demás está decir que el peso específico de la capital, desde cualquier óptica que se mire, es muy relevante y que juega un papel muy importante como modelo a seguir para el resto de las ciudades colombianas. Por lo demás, con un potencial electoral tan significativo donde el voto de opinión tiene un peso mayor que en cualquier otro sitio lo que aquí pase o deje de pasar tendrá consecuencias de gran significación. En este sentido es lamentable el desastre que deja la izquierda en la administración bogotana de los últimos años pues era la oportunidad para que demostraran que podían ser una opción interesante para muchos. De la mediocridad de Garzón a la corrupción de Moreno terminando con la incompetencia de Petro a la ciudad le queda muy poco para rescatar y, en cambio, una deuda muy grande por el retroceso que todo esto ha significado frente al progreso que había logrado la capital.Como si esto fuera poco la tragicomedia que montó Petro a raíz de las decisiones del procurador ha traído un gran desgaste y mas desgobierno a la ciudad y debería alertar aún más a los colombianos de los riesgos de darles a los elegidos opciones de poder a personas que no solo no tienen la competencia para ello, sino que pretenden desconocer que las normas para ellos no son diferentes que para el resto de sus conciudadanos. Es verdaderamente preocupante las similitudes que por estos día se escuchaban entre los discursos del exalcalde y los del señor Maduro en Venezuela. Conspiraciones, interpretaciones acomodaticias de las leyes y sus intereses por encima de los del resto de los colombianos.Muy importante entonces la decisión adoptada por el Presidente Santos de terminar el viacrucis capitalino sin caer en el juego de las medidas cautelares de la Cidh que, por lo demás, habría traído consecuencias verdaderamente catastróficas a la institucionalidad colombiana, por cuenta de los miles de potenciales demandantes y por los riesgos a futuro de unos funcionarios elegidos popularmente que se sentirían libres de hacer lo que les viniera en gana sin un organismo de control que los limitara.Es cierto que este debate deja muchas preguntas sobre el poder tan grande de la procuraduría o sobre la graduación de las sanciones pero eso es tema de otras instancias y de reflexiones más cuidadosas sobre los cambios que pudieran requerir las normas. Las de hoy son las que son.Transitoriamente Rafael Pardo asume el poder y su seriedad y competencia permiten mirar con tranquilidad lo inmediato. Lo importante, sin embargo, es que los ciudadanos miren con cuidado lo que va a ser su posición en las elecciones atípicas que se avecinan para poder elegir a alguien que esté a la altura de los grandes retos de la capital y que muestre al resto del país sobre la importancia de contar con buenas administraciones. Basta mirar el buen ejemplo que está dando Cali para comprobar que en un período relativamente corto es mucho lo que se puede lograr.ricavip@gmail.com