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La izquierda se mueve

Se mueve la política en la izquierda. El Polo expulsa al Partido...

12 de agosto de 2012 Por: Rafael Nieto Loaiza

Se mueve la política en la izquierda. El Polo expulsa al Partido Comunista por su apoyo a la “Marcha Patriótica” y un grupo con progresistas, liberales, verdes y fajardistas a bordo se reúne en Medellín, con propósitos aun difusos, pero que anuncian una nueva coalición política.La expulsión de los comunistas fue inesperada. El Polo había dado muestras, una y otra vez, de tolerancia y punible connivencia con el PCC. Incluso, en no pocas ocasiones había terminado por asumir sus posiciones como cuando emitió un impúdico comunicado después del asesinato de los diputados por las Farc o se vino contra las marchas de repudio nacional contra el secuestro. Y ahora los echan del Polo. El argumento de que el apoyo a la Marcha hace que los comunistas incurran en doble militancia es legalmente débil. La Marcha no es un partido político. Al menos no por ahora. Pero las otras corrientes saben que ese es su futuro y que, por tanto, será su competencia electoral. El apoyo de los comunistas, por tanto, fortalece la Marcha y debilita al Polo. Para curarse en salud, los expulsan. Carlos Lozano, director de Voz, periódico de los comunistas, y al mismo tiempo vocero de la Marcha, sostiene que la expulsión es en realidad un esfuerzo del Moir, de Jaime Dussán y de la corriente de Clara López, para controlar el Congreso Nacional del Polo. Habrá algo de esto, seguramente. Y también habrá algo de deseo de no quedar salpicados por las relaciones entre las Farc y la Marcha. Tal vez, por fin el resto de la izquierda haya llegado a la conclusión de que cualquier vínculo con las Farc los perjudica. Como sea, la expulsión de los comunistas es una muestra más del rotundo fracaso del Polo para aglutinar a toda la izquierda colombiana. Primero salieron Lucho Garzón y su grupo, después Petro y el suyo, ahora los comunistas. Y en medio, aunque les avergüence y con razón hablar de ello, la marginación silenciosa de la Anapo de los Moreno Rojas.El Encuentro de Medellín no se define. Según dijeron los participantes, no hubo acuerdo sobre conformar o no un nuevo movimiento político. Es difícil, si se mira que muchos de ellos hacen parte de otros partidos: ahí están Navarro y de Roux de los progresistas, los liberales José Antonio Ocampo y Cecilia López y verdes como la representante Ángela Robledo. Si del encuentro se hubiera anunciado un movimiento político habría, ahora sí, doble militancia. Pero negar que aquí hay una semilla de una alianza sería una tontería. Todos los presentes reúnen dos condiciones: por un lado, están por fuera del acuerdo de unidad nacional, aunque en el caso de los verdes y los liberales sean disidentes de sus partidos; por el otro, aunque haya aquí algo del sancocho nacional del que habla con agudeza y gracia Jaime Jaramillo Panesso, todos pueden ser ubicados ideológicamente en la centro izquierda.El grupo parece tener el propósito de servir de espacio de discusión para una alianza que plantee una alternativa a Santos, al eventual candidato del Puro Centro Democrático y al del Polo. No es una mala idea. Puede recoger una corriente ciudadana que se identificó en su momento con Mockus (que también estuvo en el encuentro) y la “ola verde”. Y a un grupo de ciudadanos que vota a la centro izquierda, como el que ha elegido alcalde por tres períodos en Bogotá. Y a todos los que no quieran participar del canibalismo que habrá entre los candidatos del centro a la derecha.

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