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Grandes y pequeñas vergüenzas

Vergüenza mortal: la de Chávez y la revolución socialista del Siglo XXI,...

5 de septiembre de 2010 Por: Rafael Nieto Loaiza

Vergüenza mortal: la de Chávez y la revolución socialista del Siglo XXI, que mataron a Franklin Brito, un agricultor que fue expropiado por el régimen. No era un terrateniente: la finca que le fue arrebatada tenía 299 hectáreas. Intentó ocho huelgas de hambre para presionar. Nunca le pagaron. Lo privaron de la libertad en diciembre y fue internado a la fuerza en el hospital militar de Caracas. Aunque el Sistema Interamericano de Derechos Humanos estableció la obligación de permitir acceso y tratamiento médico independiente o de la Cruz Roja, el régimen venezolano lo negó. Desde agosto estaba en coma inducido. La familia sabe la causa de muerte: Brito dio la vida por “la lucha del pueblo venezolano por el derecho a la propiedad, el acceso a la justicia, por la vida en libertad y el respeto a los derechos humanos".Vergüenza persecutoria: Alejandro Peña Esclusa fue privado de su libertad por el Servicio Bolivariano de Inteligencia el 12 de julio pasado. Era una piedra en el zapato del Teniente Coronel. Peña fue el motor de Unoamérica, que aglutina 200 organizaciones de todo el Continente e incomoda profundamente a la izquierda radical latinoamericana. Y fue de los primeros en denunciar el giro antidemocrático de Zelaya en Honduras, la matanza cometida por fuerzas de Evo en Pando, los tentáculos de la Coordinadora Bolivariana de las Farc y el lado oscuro del Foro de Sao Paulo. En un burdo montaje sembraron explosivos C-4 en el cuarto de su hija pequeña. Peña había advertido varias veces que iba a ser detenido. La chapuza hace parte del asedio sistemático de Chávez a quienes no se doblegan. Son perseguidos, por ejemplo, Guillermo Zuloaga y Nelson Mezerhane, dueños de Globovisión, la periodista Patricia Poleo, la jueza María Afiuni y Oswaldo Álvarez Paz. El Gobierno colombiano no puede olvidar con quién está tratando en Caracas.Vergüenza de abandono: las Farc asesinaron al sindicalista Luis Germán Restrepo por defender el TLC con EE.UU. Y torturaron y mataron a Manuel Mora, a Graciano Blandón y a su hijo, líderes negros y defensores de sus tierras frente a la pretensión usurpadora de la Comisión de Justicia y Paz y algunos mestizos cercanos a la guerrilla. Ahora atentaron contra Germán Marmolejo, quien los reemplazó. ¿Dejarán las autoridades que las Farc y sus secuaces se salgan con la suya en el Chocó?Vergüenza de ineptitud: La ETB perdió un 27,3% de su valor tras anunciarse que no hubo ninguna oferta en la búsqueda de un socio. En 24 horas se esfumaron un billón de pesos del patrimonio de los bogotanos. Los del Polo se ufanan de que “los tecnócratas no entienden de política”. Aquí no se trata de política, ni siquiera de mala política como la del Polo, sino de reconocer que sin socio estratégico la ETB no podrá sobrevivir en un negocio donde las inversiones multimillonarias son indispensables. Por cierto, la administración distrital pretendía financiar parte de sus aportes para el Metro con la capitalización de la Empresa. Con ese antecedente, ¿cuál será la suerte del Metro, de UNE y de Emcali?Vergüenza de cólera: la semana pasada el Ministro del Interior irrumpió intempestivamente en una emisión de Hora 20 de Caracol Radio. Dicen que se encontraba iracundo. Si hubiera sido ministro de Uribe, lo hubieran crucificado. En la luna de miel de Santos todo se perdona. Pero Vargas Lleras, que tiene todas las condiciones para ser un formidable ministro, tendrá que aprender a controlar su temperamento.

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