Santos asustó con lo posible

Por 30 años bebí ron y charlé mucho con Rodrigo Castaño Valencia, ‘el hijo de Gloria y Álvaro’ como dicen las señoras bogotanas. Un charlista delicioso, viajero a sitios exóticos. Culto, regio cineasta, gran lector, amigo del vodka, del poeta Mutis, de París, México y Bogotá. Rodrigo murió de 60 años, repetía esta frase: “Nunca digas que yo te dije lo que te voy a decir”. Y ese ‘nunca digas que yo te lo dije’ me lo sirvió un amigo periodista que hoy cubre el Palacio Presidencial. En voz baja me dijo: “No me cites, pero la verdad es que el ministro de Defensa, Villegas, teme perder el plebiscito”.Aleluya: no soy gobiernista y no me desvela que las Farc tengan 30 parlamentarios en el Capitolio. Allí son 269 y ninguno tonto. Fui parlamentario y conocí el almendrón. Allá los 40 parlamentarios de las Farc, serán 40 gorditos con corbatas y maletín en mano como los congresistas de Colombia. Con impunidad sí. Otro día lo sustento. Punto.A mi amiga Laura Camargo de Mariño le comenté que el presidente Santos los asustó con lo posible. Asustó al periodismo al advertir que si fracasa el plan pacifista-Farc, habría un choque militar de alto voltaje hasta en las ciudades. No exageró el Presidente. Eso vendría porque si dos aparatos militares con dinamita rompen, estallan las bombas y los oleoductos. Vean las Tv-tomas de Damasco y Alepo en Siria. Esa es la guerra. Y ni hablar de las minas que les revientan las piernas a los soldaditos nuestros.La paz que no llega. Con Belisario Betancur tuvimos una tregua larga con las Farc que unos Generales sabotearon hasta reventarla. La sabotearon el general Fernando Landazábal y su rosca amiguera. Landazábal conspiraba día a día. Lo conocí cuando yo era parlamentario. Él iba mucho a la Comisión Segunda del Congreso, allí lo charlé muchas veces. Brillante y conflictivo, era líder y atacaba el matrimonio que nacía: Farc y gobierno Belisario Betancur. Punto.¿Cuantos miles de millones de pesos costó a la economía del Cauca y Nariño el abusivo bloqueo de la carretera Panamericana? Así es como se arruina un país y de carambola a sus habitantes. Hay unos seudolíderes indígenas preñados de anarquismo y de infantilismo de izquierda. Punto. Como futbolero hoy estoy de fiesta. Me caen bien los chilenos por paisanos del presidente médico y socialista Salvador Allende, un demócrata iluso, saboteado por los ultras de izquierda. Si hoy le ganamos a Chile, en Colombia la gente sería casi feliz. ¡Buenas, buenas!