Petro navega en tormentas
Exitoso a medias estuvo el Hay Festival de Cartagena, regias fiestas, mucha prensa, muchas personalidades y mucha conferencia pesada y aburrida. El escritor joven más popular, Juan Esteban Constaín, 39 años, payanés, conferencista brillante.
No repudiaron los 800 intelectuales los crímenes del ejército ruso y de Putin en Ucrania. Cobardones ellos, sigue viva la frase: “Aquí los intelectuales cocteleando y, en Ucrania Putin y Rusia siguen masacrando”.
Que Petro perdió la confianza de la banca internacional y de las grandes financieras americanas por lanzar frases exóticas de “no más la explotación de petróleo, no más carbón y abajo la minería”.
Petro y Verónica Alcocer en el poder. El presidente no cree en la ineptitud de la directora del Bienestar Familiar, Conchita Baracaldo, para manejar miles de millones. Por eso la sostiene en el cargo y esa terquedad lo desprestigia. Punto.
Mi vecino Tomas Serge, exdiplomático de Salvador Allende en Colombia aquí vive jubilado. Tras dos copas de vino chileno opinó: “Para que un país funcione tiene que tener buenos funcionarios, nunca ineptos o ineptísimas en los cargos de responsabilidad”. Dijo más: “A muchos notables del poder los escucho por radio y televisión y deprime oírlos por ineptos. Así empezó la caída de mi jefe Salvador Allende, él se rodeó de ministros sindicalistas belicosos que no trabajaban por estar en debates sobre Trotsky, Stalin y Lenin mientras el gobierno se les derrumbaba”.
Evité ser antipático en mis escritos y en televisión con la ministra del Petróleo, Irene Vélez. Pero ella ha demostrado que poco domina ese mundo de los oleoductos y el alquitrán que va a la refinería y lo vuelven gasolina y su mercado lo manejan desde Londres.
Ese Ministerio exige experiencia de muchos años y ella no la tiene. ¿Por qué la nombraron? Porque el ministro Ocampo fue débil y la aprobó.
Los ingenieros de petróleos, minas y técnicos en esas tareas, irán al desempleo. ¿Estudiarían ingeniería de petróleos con deuda al Icetex? “No, eso pinta mal, pinta solo desempleo”.
Mi admirado profesor Diego Montaña Cuéllar, lúcido sindicalista y político pacifista, hoy estaría asombrado con la ministra del petróleo, con doña Irene. Diego Montaña Cuéllar fue un líder serio, nunca un aventurero en la izquierda, fue experto en petróleos.
Bienvenidos señores industriales y banqueros Gilinski. Ustedes creen en Colombia y vienen vinculando a grandes inversionistas, gracias. Y mil aplausos para María Elvira Domínguez, gran tarea hizo y El País sigue su marcha.