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Los verdes y la guerrilla

“Verde que te quiero verde”, escribió García Lorca. Y en Colombia hay un Partido Verde que se asustó con los bombazos al oleoducto petrolero y se calló.

20 de noviembre de 2018 Por: Poncho Rentería

“Verde que te quiero verde”, escribió García Lorca. Y en Colombia hay un Partido Verde que se asustó con los bombazos al oleoducto petrolero y se calló. Pero, según los sabios, elegirán a Petro como presidente en tres años y antes a Claudia López como alcalde de Bogotá. Ellos, el Partido Verde y los petristas en su Colombia Humana tienen fuerza.

Duque salió barrido en su primera encuesta por anunciar impuestos a la clase popular. El gobierno se ve flojón y sin ‘perrenque’. Según Juanito Lozano a Duque le dejaron la olla raspada pero hoy lo culpan de todo.

Duque, Juan Manuel Santos y Enrique Peñalosa, tres exalumnos de universidades de USA, rajados en las encuestas. Peñalosa, excelente alcalde, que por 40 años se preparó para gobernar bien a Bogotá y lo rajan dizque por antipático como si gobernar fuera un reinado de simpatía. Punto.

Y García Lorca nos dejó el “verde que te quiero verde”. Y el Partido Verde de Petro y Navarro y otros, están lentísimos en condenar a los guerrillos ‘elenos’ por los brutales ataques al oleoducto petrolero hace ocho días. Llamarse Partido Verde obliga a repudiar eso.

Ser ecologista no es protestar cuando caen árboles centenarios y con hongos en los barrios ‘jailosos’ estrato seis. Cuando la guerrilla asesina ríos y bosques deben protestar, solo así los archivan. ¿Le prestarán millonadas a un país que exporta noticias de pánico y de incendios provocados por la guerrilla? Lo dudo. Punto.

Cómico que la Unidad Nacional de Protección diga que no puede dar listado de los ‘superprotegidos’ con camioneta blindada, carro acompañante, choferes y hombres armados por ser una “información secreta”. Esa respuesta suena cómica, a los protegidos ‘superstar’ que son nueve mil, los vemos cada día en 23 capitales, en los restaurantes, bares, centros comerciales y hoteles con sus guardias de lujo y su pantallazo de ‘estadistas VIP’. Todos en sus blindadas camionetas cada día recorren 27 capitales y la mayoría en Bogotá. Punto.

Sigue el novelón de la Odebrecht que fue posible porque unos pillos, los ‘Ñoños’ y unos notables dizque lobistas, hicieron aquí mandados al dueño de la Odebrecht que sigue preso en Río de Janeiro y sigue multimillonario. Los pillos, pagados por la Odebrecht aún están ilesos. Y sigan ese novelón estilo Netflix, muy masculino, que tiene hasta pastelitos de cianuro dietético y un fondo de conspiración. ¡La Colombia loquísima y saqueada!

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