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Les dañaron el conejazo

Para carcajadas que el Senado comprara velozmente una millonada de tapabocas ‘very chic’ para los congresistas y empleados del Capitolio.

12 de mayo de 2020 Por: Poncho Rentería

Para carcajadas que el Senado comprara velozmente una millonada de tapabocas ‘very chic’ para los congresistas y empleados del Capitolio. Gracias a una pilísima periodista se conoció ese derroche y les tocó reversar el conejazo. ¿Son tan pobres los senadores que la directora de compras les evita gastarse tres mil pesos? Fijo, allí había marrulla y gato encerrado. Presidente Duque: la gente cree en su afán de austeridad y cero derroches pero lo derrotan los burócratas. Lo siento Presidente, su afán se queda en buenas intenciones, ejemplo los magistrados de la Corte Suprema que el lunes recibirán para estrenar camionetas blindadas, oh, las que tienen están casi nuevas. ¿Alguien se ganaba de comisión un cinco por ciento? Uffff.

No se afanen por salir a las calles, miles de hombres y mujeres con tapabocas. Muchas mujeres bellas quedan ignoradas, cero sonrisas, cero maquillajes y pierden coqueteos y admiradores. Gerencio mi encierro: no salgo a la calle, lo que veo en televisión de Bogotá no me gusta. Leo sobre Marilyn Monroe, Donald Trump, de cocina, tenis, cine, de mujeres con biografía ruidosa pecaminosa y muchos hombres. Leí esta maravilla: ‘Infiltración telefónica, servicios secretos y espionaje a gobiernos 1994 a 2019’. ¿Quién infiltró al Ejército y le roba información? Juro que no es el Pibe Valderrama. ¿Funciona la inteligencia militar o fue desmantelada? Tema delicado, por eso lo despido.

Veo televisión italiana, pasean las cámaras en Roma por la vía Condotti, la Piazza España, la vía Barberini. Veo miles de gentes en ropa de verano, la mitad sin tapabocas. ¿Colombia urge volver a trabajar? Sí. Más encierro y queda medio país de manicomio. Vía radial escuché unos vainazos insensatos contra un escrito de Diego Martínez Lloreda sobre ‘un Cali y otro Cali’. Acertó Diego en su visión social sobre las penosas diferencias allí. Punto.

El futbolista Edwin Congo fue invitado por la policía española a tomarse un vino Marqués de Riscal por un tema cercano a dólares en Sevilla la andaluza. Por suerte el Comisario le dijo: “Se cometió un tremendo error señor Congo, lo sentimos mucho”. Aleluya: autorizan bares, restaurantes y vivir, vivir. Me lo dijo ayer la empresaria ‘Mares’ González Valencia: “Nos tocará convivir con el Covid-19, tranquilidad, que a una le llegue ese virus es tan lejanísimo como ganarse el Baloto”. Sí, a trabajar se dijo porque Nicola Di Bari cantaba en un histórico Festival de San Remo: “Quien no trabaja no tiene amor…”.

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