Ameriquita, no te mueras

Juan Gossaín, Hernán Peláez Restrepo y Bilardo han dicho que es más fácil dejar a una amante que adoras y de la que eres dependiente sexual que cambiar de equipo futbolero. Ese amor arranca desde niño y no se cambia. Y “que no culpen a Orestes Sanguiovanni del drama del América. Hace lo que puede. La ley Clinton los hundió”. Hoy ‘Pacho’ Santos y Rafael Pardo Rueda y Juan Manuel Santos son santafereños y Carlos Vives juega y ama el fútbol.El fútbol en Cali está cojo porque falta el América para que enfrente al glorioso Deportivo Cali, el equipo que empujaron a la historia Carlos Sarmiento Lora, Alex Gorayeb, María Clara Naranjo, Nelson Garcés y otros como Cervino, Urriolabeitía, Iroldo y Óscar López.América le clavó un cinco a cero al Cali y allí estuve y me duele todavía. Fue hace 35 años. El equipo de Pachito El Ché, el “equipo amado” como lo bautizó José Pardo Llada, mi ‘llavería’ el que me empujó a ser parlamentario, que sirvió para pasar a El Tiempo, a El País, a la televisión y conocer a Bilardo, a Alex Gorayeb, a Rincón, a Pancho Villegas. Y opino que el equipo América no puede hundirse.No sean dramáticos señores ‘hinchas’ fieles del América. No es hora del suicidio colectivo ni de quemar las banderas rojas. Apunten esta verdad ponchista: “Si el aristocrático River Plate, el equipo de la ‘jai’ argentina cayó a la segunda y resucitó a ser campeón de Suramérica... ¿por qué el glorioso América no puede repetir esa faena? La cosa es clarita: apoyarlo, ponerle billete, ir al estadio y seguir con esos 18 afronegritos de Siloé y Jamundí que son geniales, son tan buenos como en su día Faustino Asprilla. Si el Nápoles bajó a la segunda división, no veo por qué el América deba hundirse en la tragedia. Y el categoría B no es ‘Jai’ pero tiene público. América debe seguir y repetir lo del River Plate, el Boca y el Nápoles.Lo fatal para el América es que mucha chusma se está arropando de rojo para asaltar y robar cerca del estadio Pascual Guerrero. Esos atajan a los buenos hinchas. América debe volver a jugar con el Deportivo Cali y revivir aquellos clásicos históricos. Acompaño al hincha americano que dice: “Ameriquita, no te vayas...”.