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El aislado era Estados Unidos

En el futuro la Cumbre de Panamá, no será recordada como la...

13 de abril de 2015 Por: Pedro Medellín

En el futuro la Cumbre de Panamá, no será recordada como la que marcó el regreso de Cuba a la formalidad del sistema interamericano. Más bien lo será cómo la que permitió el retorno de Estados Unidos a la realidad política de la región. Porque la verdad, es que las décadas de bloqueo a la Isla, en realidad se convirtieron en décadas de aislamiento de los Estados Unidos con respecto a la América Latina.Es lo que se deduce del comunicado oficial expedido en diciembre, en el que el gobierno de los Estados reconoce que “Está claro que las décadas de aislamiento de Cuba por parte de EE.UU… [no han conseguido el objetivo cambiar el régimen cubano y en cambio sí]… “provocó un aislamiento regional e internacional de nuestro país, restringió nuestra capacidad para influenciar el curso de los acontecimientos en el hemisferio occidental e imposibilitó el uso de toda una gama de medidas que Estados Unidos puede utilizar para promover un cambio positivo en Cuba”.Finalmente, el Presidente Obama entendió que de no ser por la obstinada política de aislamiento de los gobiernos que lo antecedieron, los rusos no habrían hecho pruebas militares en el caribe, como lo hicieron a instancias de Venezuela; China no habría puesto un pie tan fuerte en la región como lo hizo de la mano de Argentina y Ecuador; Irán no habría extendido su presencia diplomática en todos los países de la región; y los países del mundo árabe no habrían encontrado socios políticos y económicos en los países suramericanos, como lo hizo auspiciado por Brasil. Mientras el poderío de los Estados Unidos se desgastaba en Irak, Afganistán y Libia, las claves de la geopolítica mundial, comenzaban a pasar por el corazón de América Latina.En un momento en que desafiaba a los miembros de la Otan, el Presidente ruso Vladimir Putin encontraba en América Latina un campo de respiro y reacomodo, de la misma manera que la estrategia de reposicionamiento de China en el escenario mundial, encontraba en América Latina una fuente energética vital, para reforzar su poder económico y político. Y gracias a la estrategia desplegada por Brasil de acercarse y tomar un lugar crucial en las negociaciones para el desarme de Irán, es que los países árabes tuvieron en sus homólogos de Suramérica los ámbitos de intercambio y cooperación, que permitieron a unos y otros tener una voz distinta y más fuerte en el ordenamiento global.La Cumbre de Panamá, no marca el regreso de cuba al sistema interamericano. En realidad, el alejamiento de Cuba terminó con la caída de los gobiernos militares en los inicios de los ochenta. Desde entonces, han ido teniendo una presencia crucial en la política exterior latinoamericana. Quizá con la excepción de los brasileños, los cubanos han sido lo que mejor han interpretado los cambios mundiales y han sabido acomodarse a la nueva geopolítica global.Estados Unidos entendió que si quería recuperar un lugar político en América Latina, había que comenzar por Cuba. Es el país que hoy tiene más influencia en la región. La tarea no será fácil. No tanto por los obstáculos internos que enfrentará Obama y su sucesor en la política en Washington, sino por la compleja relación que deberá tejer con los gobiernos latinoamericanos, sobre todo cuando el poderío de China, Rusia, y los países del mundo árabe, le harán saber que en esta parte del mundo están dos de los recursos estratégicos que redefinirán el orden mundial: los alimentos y el agua.