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La licencia millonaria

Tal vez no haya nada que hacer y ni las protestas, groseramente...

16 de enero de 2014 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Tal vez no haya nada que hacer y ni las protestas, groseramente descalificadas por estar en campaña, de la congresista Gloria Stella Díaz sirvan de algo. Pero lo que sí ha quedado claro en el ambiente es que el embeleco de la renovación de la licencia de conducción en Colombia es un millonario negocio que beneficia a unos cuantos, amigos de otros cuantos, a costa del oneroso pago de muchos. Millonario porque, según el calculo de un informe de El Espectador el recaudo ya asciende entre $177.000 y $236.000 millones y cuando 12 millones de colombianos realicen el trámite la suma llegaría a $1,3 billones. Platica que le llegará al Ministerio de Transporte, a los distintos organismos de Tránsito y al multado por ineficiente Runt. ¡Ah! y claro, a los particulares que son socios de los centros de reconocimiento al conductor, CRC, y a los centros que practican el examen médico. Por eso y a sabiendas de que posiblemente el atropellado usuario se iba a sublevar cuando empezarán a proferir las multas, decidieron ampliar el plazo para renovar la licencia de conducción con el pico y pase, para seguir recogiendo la platica durante todo el año; platica tan segura como la que un empleado en Colombia le aporta mensualmente a su ‘eficiente’ sistema de salud para que lo atienda tan bien como lo atienden en los CRC y en los centros médicos, donde poner a prueba tu motricidad y capacidad de reacción te cuesta un ojo de la cara.Pero ojo, no seamos ‘injustos’, que ni los altos costos ni la extenuante jornada del cambio de licencia son culpa del Ministerio que aplica la medida, tampoco del Runt que ‘nunca’ se cae y mucho menos de los beneficiados centros contratados para dicho fin; la culpa no es de nadie, este proceso finalmente es un sacrificio al que está condenado el conductor. No pasa un día en el que no escuche o lea la tortuosa espera de un conductor haciendo su trámite de licencia, cuando por el costo deberían tratarlo como un rey. Tan solo ayer, una amiga tardó más de cinco horas haciendo la diligencia en el norte de Cali. Y tampoco escucho ninguna solución definitiva al absurdo drama, solo el peloteo de funcionarios que hacen reunión tras reunión para decir lo mismo. Francamente cuesta entender por qué hay fallos de jueces que se aplican de manera fulminante en Colombia, según la conveniencia, y otros que no sirven de nada como el de la sustitución de licencias, cuyo cambio, según la ley, debería ser gratuito.Vuelvo y repito: tal vez no haya nada que hacer pero que le quede bien claro a los que harán fiestas con nuestra plata que consideramos este trámite un total atropello y que lo estamos haciendo en contra de nuestra voluntad.