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Alienígenas y arrogantes

Luego de toda la discusión que se armó en el país, por...

21 de abril de 2016 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Luego de toda la discusión que se armó en el país, por la frustrada exploración de hidrocarburos en áreas contiguas a la Serranía de La Macarena, si hubo algo que nos quedó clarísimo, tan claro como las aguas de Caño Cristales, es que para entender la definición de arrogancia no hay que buscar en Google ni preguntárselo a los alienígenas. Solo basta con mirar el video en que el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry se va lanza en ristre contra el ingeniero de petróleos y docente universitario Óscar Vanegas, al ser cuestionado sobre el impacto que tendrían dichas exploraciones. El video es una clase magistral de soberbia e irrespeto, por cuenta de quien para recordar cuán importantísimo es, caray, tiene que mencionar que fue también Ministro y Director de Planeación y que dicha condición lo eleva a una dignidad (o ¿deidad?) en la que no tiene por qué someterse a las preguntas de cualquier mortal ‘igualado’.Este capítulo ha causado tanto o más revuelo que la controversia suscitada por el otorgamiento de la hoy ya frustrada licencia. Incluso, quienes han defendido y han atacado la exploración en La Macarena estuvieron de acuerdo en que Echeverry la embarró. Porque más allá del debate ambiental, oportuno y necesario, lo ocurrido en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes es una demostración de lo que es capaz la condición humana: prepotente y depredadora contra todo aquel que considera no está a su nivel.Es obvio que quien peor librado salió fue Echeverry, quien en su defensa a las exploraciones dijo frases de enmarcar como estas: “En Google hay más notas de terrícolas secuestrados por alienígenas el año pasado, que de acuíferos secados por la industria petrolera”, “simplemente una persona que con una tarjeta de profesor viene a decirnos que descubrió que el agua moja”, “no nos pongan a discutir en plan de igualdad con asociaciones irresponsables”. Y para cerrar con broche de oro, uno de los funcionarios estrella de los últimos tiempos pide disculpas muy a su manera: “Mis declaraciones pudieron ser interpretadas por los profesores del país como desobligantes, si ese fue el caso ofrezco disculpas”.Ilustrísimo doctor Echeverry, le recuerdo que los primeros llamados a dar ejemplo son quienes como usted han recibido la más excelsa educación y ostentan los más altos cargos. Porque por más incómodo que lo haya puesto el profesor Vanegas, no es con comentarios fuera de lugar como el de los alienígenas como se le da altura a un debate en el que gran parte del país tenía los ojos puestos. Porque quien tiene argumentos no necesita recurrir a la soberbia para responder a su adversario de ideas. Y esto, doctor Echeverry, lo que es una mínima norma de educación, no hay que preguntárselo a marcianos ni buscar en Google para entenderlo.