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Gobierno se raja en seguridad

No es una buena noticia que la violencia resurja y acorrale varios...

3 de marzo de 2012 Por: Paloma Valencia Laserna

No es una buena noticia que la violencia resurja y acorrale varios municipios. Colombia vive un proceso de prosperidad económica y social porque había logrado -finalmente- la tranquilidad suficiente para que la industria nacional floreciera, el campo volviera a ser productivo y atraer inversión extranjera; pero son flores que pueden marchitarse.La situación en el Cauca es inaceptable. En lo corrido de esta semana han sido hostigados Caldono, Belalcázar, Argelia y Timbiquí; y esto pasa después de que los ataques sobre el Departamento han dejado muertos, heridos, miles de desplazados, sin que el Gobierno logre controlar el área.Los paros armados están a la orden del día y son una de las cosas más graves que hayamos visto jamas. En Medellín, Santa Marta y otros municipios las Bacrim ordenaron la reclusión de la ciudadanía y pese a la presencia del Presidente muchos no pudieron salir a la calle y los arriesgados fueron asesinados. Estamos perdiendo el control del territorio. Mientras esperamos que el traslado del general Naranjo a Santa Marta tenga efecto en esa zona, están siendo extorsionados los transportadores que entran a las comunas de Medellín. El departamento del Choco está viviendo un paro armando; para conmemorar la muerte de Raúl Reyes la guerrilla prohibió el uso de todas las vías terrestres y fluviales. La aerolínea de Capurganá fue atacada con petardos y suspendió operaciones. Dos buses fueron quemados y un conductor asesinado. La carreteras en Arauca y otros departamentos son, otra vez, peligrosas.El radar de Santana fue destruido dejando sin control los vueltos de mediana y baja altura sobre la Costa Pacífica –es decir los del narcotráfico. El oleoducto Caño Limón-Coveñas ha tenido 13 ataques en este año (tres en Arauca y 11 en Santander); es decir sólo ha funcionado 11 de los primeros 54 días del año. La infraestructura económica del país está siendo asediada por el terrorismo, del año 2009 a éste los ataques aumentaron en un 43%.Once personas fueron secuestradas en Arauca, y casos individuales se dan a diario en departamentos como Cauca, Bolívar, Cesar… y ha habido dominicanos, chinos, españoles secuestrados. Desde el 2009 el secuestro aumentó en un 45%. El crecimiento de la extorsión en el país es abrumador, pequeños y grandes negocios tienen que responder a las amenazas con dinero. No hay cifras contundentes, pero su magnitud impide ignorarlo.Los empresarios, los agricultores y la gente del común están preocupados, y tienen razón, la seguridad es un valor fundamental sin el cual la vida en sociedad es imposible. Es una de las funciones primordiales del Estado, pues sin la garantía de la vida y la tranquilidad, los demás derechos quedan suspendidos.El gobierno de Santos ha negado lo que está sucediendo. Desde los primeros ataques al norte del Cauca se mostró indiferente, descalificó el hecho celebrando la victoria de un partido de fútbol contra Bolivia. Luego llamó “mano negra” a los críticos y dijo que se trataba de percepciones injustificadas. Santos es ambiguo en los pronunciamientos: nadie sabe si vamos hacia un diálogo; niega la desmotivación del las Fuerzas Armadas que incluso generales en retiro reconocen; eliminó del proyecto de Reforma a la Justicia el fuero militar como se lo prometió a Human Rights Watch y al mismo tiempo asegura que será incluido en otra ley. No celebramos estas equivocaciones; las mencionamos con el ánimo de que el rumbo sea corregido ahora mismo.