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Sanciones imposibles

Las sanciones que existen alrededor del mundo por conducir ebrio se han...

4 de enero de 2014 Por: Óscar López Pulecio

Las sanciones que existen alrededor del mundo por conducir ebrio se han ido volviendo más y más estrictas con el correr de los años y la multiplicación de los accidentes de tránsito relacionados con el alcohol. En Francia, donde las personas toman vino en vez de agua y en Alemania donde sucede lo mismo con la cerveza, las penas comienzan a fijarse después de tener más de 0,05 mililitros de etanol por cada mililitro de sangre, que es la base para imponer sanciones de tránsito, base que es inferior a la de algunos estados de Estados Unidos, famoso por su severidad en el tema. Las penas comprenden trabajo social, suspensión de la licencia de conducción y una multa.Las multas que se imponen en la Unión Europea, por primera vez y por el nivel mínimo de alcohol oscilan entre 100 y 500 dólares. En Inglaterra niveles superiores a 0,16 pueden llevar a la suspensión de la licencia por seis meses y a una multa de hasta 5.000 libras. En Francia y Alemania por niveles superiores a 0,1 las multas puedes ser entre 200 y 800 euros, con una suspensión de la licencia de entre 6 y 12 meses. En California las penas por la primera vez van de 1.000 a 2.500 dólares, con seis meses de suspensión de la licencia y todos los casos son sometidos a una corte criminal. En Nueva York esa misma conducta es sancionada entre 100 y 500 dólares. En Washington donde las sanciones comienzan en 0,09 las multas van entre 100 y 300 dólares por el nivel mínimo y pueden llegar a ser entre 1.000 y 5.000 dólares por más de 0,16, con un año de suspensión. El ingreso per cápita promedio medido en dólares americanos de los países mencionados es 39.125 dólares. En Colombia, con un nivel de ingreso per cápita de 10.400 dólares, la Ley 1696 de 2013 ha establecido una serie de multas y sanciones totalmente desproporcionadas con la naturaleza de las conductas y con el nivel de ingreso de la población. Con un salario mínimo de 616.000 pesos (314 dólares), que es devengado por el 54% de los trabajadores colombianos, la base de la multa comienza de 0,02 a 0,03, llamado el grado cero, que es una muy baja cantidad de alcohol en la sangre, con una sanción por la primera vez de tres meses de salario mínimo (942 dólares) y 1 año de suspensión de la licencia. El primer grado que va de 0,04 a 0,09, que equivale a la base de la sanción aceptada internacionalmente, es multado por la primera vez con seis meses de salario mínimo (1.884 dólares) y 3 años de suspensión de la licencia. Las sanciones equivalentes en los países desarrollados son una fracción de eso. Las sanciones siguen en esa escala desmesurada, incluyendo reincidencias, hasta 4 años de salario mínimo (15.070 dólares). Una iniciativa loable, impulsada por algunos casos mediáticos, ha llevado a una ley absurda que ignora el problema de educación y cultura que hay detrás del asunto, que crea penas incobrables o ruinosas para el grueso de la población, que es una fuente de corrupción policial, y genera un gran caos administrativo y procesos judiciales sin fin, sin que haya suficientes garantías para el ciudadano que queda a merced de un dictamen policial inexacto, con pobres bases científicas, inaplicable en todo el territorio. El tío Baltasar dice que es una ley impulsada por la moral abstemia de las iglesias cristianas representadas en el Partido Mira, en vísperas de elecciones, donde los legisladores fueron tan rápido que se salieron de los calzones. Y añade que la Corte Constitucional debería devolverla al mundo real.

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