El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

China por delante

Esta semana se inauguró en Beijing, tras dos meses de demora por el Covid, el Congreso Popular Nacional, máximo órgano legislativo de la República Popular China.

22 de mayo de 2020 Por: Muni Jensen

Esta semana se inauguró en Beijing, tras dos meses de demora por el Covid, el Congreso Popular Nacional, máximo órgano legislativo de la República Popular China. Con la participación de 5000 diputados y asesores, se convierte anualmente en la plataforma de gobierno para anunciar planes legislativos, económicos y políticos. Para Xi Jinping es una oportunidad de asegurar su poder y relanzar su liderazgo. China, el primer país en sufrir los efectos de Covid, es también el primer país en recuperarse y abrir sus puertas. La propia organización de un foro de esta magnitud es símbolo de un país que repunta.

Esta gran asamblea fue también la oportunidad para que el gobierno chino lanzara públicamente un paquete de reformas sin precedentes, encaminadas a promover la inversión extranjera mediante estímulos, nuevas regulaciones para inversionistas, reducción de restricciones, fomento a zonas francas, y una nueva ‘lista negativa’ que incluye la posibilidad de capital extranjero en sectores hasta el momento restringidos. Estas medidas están encaminadas a compensar los destrozos económicos creados por el virus y a crear una hoja de ruta a largo plazo para el crecimiento chino, hoy frustrado por la caída de la demanda internacional y por la recesión mundial. China se reinventa mediante una hábil mezcla de estímulos, mejores prácticas de negocios, y su potente aparato de propaganda comunista.

Otra maniobra hábil de Xi es la diplomacia médica. Si bien al principio de la crisis el abastecimiento de material médico proveniente de China tuvo enormes fallas de calidad y distribución, el país rápidamente corrigió el rumbo para convertirse en la principal fuente de máscaras, ventiladores y demás material de protección y equipos médicos. Además, ha emprendido una campaña global de donaciones humanitarias que, aparte de dotar a los países necesitados de equipos urgentes, ha creado una red de aliados y amigos que ayudan a mitigar las críticas. Incluso en el sector privado, el multimillonario Jack Ma ha ofrecido millones en ayudas y cooperación internacional. Una efectiva campaña de marca país han emprendido los chinos.

A pesar de estas ambiciones y leyes de apertura, el país no la tiene fácil. El primer obstáculo que encuentra es la tensa relación comercial y política con el gobierno de Estados Unidos, especialmente con Donald Trump en campaña. El tratado de libre comercio entre los dos países ha sido un sendero de tropiezos, y hoy, a la vez que China se compromete a avanzar con la primera etapa, un Trump candidato quiere acabar por Twitter la relación bilateral. La trayectoria errática de esta negociación afecta los mercados, acelera la desconfianza y complica la recuperación de la economía de ambos países.

Adicionalmente, las empresas chinas, que ya están operando a más del 80%, no tienen a quién venderle. El mundo encerrado consume poco y el propio mercado doméstico está lento y temeroso. Las empresas han tenido que reinventarse, no solo en sus medidas de precaución de salud, sino en sus planes de ventas nacionales y globales. A corto plazo hay cielos oscuros para esta reactivación. Además, las cadenas de abastecimiento, que históricamente son controladas por China, se están reconfigurando ante la decisión de las empresas globales de reducir su dependencia de ese país, y repatriar o reorientar a otros destinos sus aparatos logísticos.

Para rematar, la desconfianza mundial frente a China, reflejada tanto en una carta firmada por más de cien países pidiendo una investigación formal frente al manejo del virus, como en los brotes de racismo y xenofobia que enfrentan sus habitantes en el mundo entero, es otro obstáculo. No la tiene fácil Xi, ni está garantizado su trono como líder mundial. Pero hay lecciones que aprender de ese país, no solo por estar dos meses adelante en el manejo del Covid, sino por el compromiso de reformar y reinventarse a largo plazo que podrían dar frutos insospechados.

Sigue en Twitter @Muni_Jensen