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Convivo con tres. Una pelirroja que es una manipuladora encantadora, otra pecosa...

22 de febrero de 2014 Por: Miky Calero

Convivo con tres. Una pelirroja que es una manipuladora encantadora, otra pecosa muy cariñosa, pero algo nerviosa y Lúa que es bastante desconfiada pero cuando entra en calor es juguetona y enredadora. Ellas vivían en la calle y yo las saqué a un ‘mejor vivir’. Son mis amores incondicionales.Todo el día la parchamos juntos, en la casa son ‘una sola’ con mi esposa y en la oficina duermen a mi lado mientras conseguimos ‘la papa’. Gasolineras como ellas solas, no es sino que oigan las llaves del carro y están listas en la puerta para abordarlo. Son excelentes compañeras de ejercicio suben a los cerros conmigo y no se cansan. Nunca se quejan ni cuando tienen hambre, pero eso sí de un apetito voraz, todas tres conservan la figura, ¡son unas mamacitas!En estos días un buen amigo me pidió que le ayudara a conseguir una para él. Inmediatamente a través de ‘feisbuk’ puse un clasificado. Qué sorpresa me he llevado, tengo como cincuenta solicitudes de todo tipo, grandes, medianas, pequeñas, con manchas, con doble nariz, una un poco coja, otra picarona, en fin perras de la calle es lo que hay listas para complacerte y hacerte feliz.Lo más hermoso de todo esto es que no hay cientos, sino miles de personas que están en ‘la juega’ listas para ayudarles no solo a las perras sino a los perros también, a conseguir un hogar y quién los quiera. Hay toda una red de colaboradores que están pendientes de dónde hay de estas chicas y chicos en las calles o en casas donde los maltratan, para ayudarles a conseguir papás y mamás que quieran adoptar estos animalitos. Tengo una amiga, Juliana Victoria, que todo el día se sale de su camino para ayudar, sacando plata de su bolsillo para pagar veterinarios, recogiéndolos y ofreciéndolos. Muchos animales pasando trabajos injustamente por la actitud de la especie humana que nos sentimos dueños del planeta. Que tristeza que el maltrato no solo sea entre humanos, sino que la flora y la fauna llevan del bulto también. A mi me dice mucho de una persona, la manera en que trata los animales.Ya es hora de cambiar ‘el chip’ y dejar atrás la indiferencia, llegó la hora crucial en que la vida sobre el planeta está en riesgo, ¡no más al maltrato! Todas las especies tenemos los mismos derechos. Tratémonos con amor, compartámoslo, no solo entre nosotros mismos, los humanos, sino con todos los otros habitantes de este mundo. ¡Qué vivan la Mona, la Niña y la Lúa!, mis compañeras incondicionales. Adopta un animalito de la calle y comprenderás lo que es el agradecimiento en pleno.