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Círculos viciosos

Árbol que nace torcido no se endereza jamás; si empezamos un proceso...

4 de diciembre de 2010 Por: Miky Calero

Árbol que nace torcido no se endereza jamás; si empezamos un proceso mal, cualquiera que sea, terminaremos muy mal. Los ejemplos de círculos viciosos dañinos en nuestro país y el mundo son tantos que con esos comportamientos estamos poniendo en riesgo la vida sobre el planeta. Cada día es más la corrupción y el egoísmo que pone los intereses personales por encima del bien común.Para mis críticos que consideran que esta columna debería ser sólo sobre el medio ambiente, allí va mi primer ejemplo: cuando consideramos la minería como una solución para ayudar a sostener el aparato productivo. El nuevo Gobierno quiere entregar muchas concesiones mineras a capital extranjero sin importar el costo ambiental, mejor dicho, una de las maneras de sostenernos es explotando los recursos naturales sin compasión ni conciencia. Un círculo vicioso que no da pie a alternativas limpias. La minería en la mayoría de los casos arrasa bosques y selvas tropicales donde está nuestra verdadera riqueza. Otro ejemplo es el petróleo, ese combustible fósil que es la base para producir energía y movilidad (negocio en manos de unos pocos). Su explotación y uso desmedido ha causado el impacto ambiental más grande en la historia de la humanidad. No sólo por los innumerables derrames en los océanos sino por la polución que produce en el aire al ser quemado. Pero como el sistema total actual está montado en su uso es muy berraco desmontarlo y buscar fuentes de energía limpias. Años atrás se hubieran podido desarrollar técnicas energéticas amigables con el planeta, pero no, los pocos dueños del negocio no lo permitieron, un círculo vicioso que acaba con la vida en la Tierra.El ejemplo más contundente en la actualidad es el desastre de las inundaciones. Por querer ganar más tierras y así aumentar la capacidad de las industrias, y secar muchos pantanos y madres viejas para viviendas, nos hemos metido a la áreas exclusivas de los ríos y de esa manera cuando vienen los inviernos la madre naturaleza pasa su factura y reclama lo suyo, produciendo inundaciones que son enteramente nuestra responsabilidad por meternos en donde no nos han llamado y querer ser amos del planeta. Vuelve y juega el círculo de la muerte que no perdona.La ecología también es del alma y sólo personas satisfechas y con sus necesidades básicas resueltas hacen una sociedad sostenible. Pero primero lo primero, tenemos que volvernos gente consciente y respetuosa de las leyes del universo, del origen y del balance que rompen los círculos viciosos que sólo traen miseria y hambre. La economía limpia puede ser supremamente rentable.Algunos dicen que ya no hay reversa y vamos pa’la olla; personalmente quisiera creer que todavía podemos corregir nuestros círculos viciosos egoístas y dejar un mejor planeta para nuestros hijos.