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El partido que vendió su alma

El PR le vendió el alma al diablo, como lo hizo el joven Fausto para lograr riqueza, fama y placeres. Apoyó a Trump porque le servía para sus intereses económicos y políticos

8 de noviembre de 2020 Por: Vicky Perea García

Proemio: La partida de Horacio Serpa deja un enorme vacío. Mucha falta nos hará el incansable luchador por la paz, el demócrata convencido, el político leal e íntegro, el líder progresista que siempre trabajó por la igualdad y la justicia, pero sobre todo el compañero y amigo. Tendrá paz en su tumba si honramos su memoria continuando su lucha por una Colombia justa y en Paz.

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¿Por qué un partido conservador como el Republicano (PR) acaba apoyando a un personaje como Trump que es la antítesis de todos los valores y principios que siempre había defendido?

La semana pasada señalé como la base de votantes del PR se había fortalecido entre los grupos sociales de menor nivel educativo, más propensos a creer en mentiras y teorías conspirativas sobre todo si son difundidas por las redes sociales o Fox News que son su única fuente de información. El 71% de los votantes republicanos solo tienen grado de bachiller, según el Pew Research Center.

Pero queda un grupo del 29%, incluyendo los dirigentes del partido, con grados universitarios que votan por el PR. Otra cifra importante es que 4 de cada 5 de los votantes republicanos son cristianos, evangélicos, protestantes o católicos, cuyos valores esenciales incluyen la honestidad, la verdad o el respeto a los demás. Entonces parece más contradictorio que un partido con esta composición apoye a Trump.

Porque hoy es más que evidente que las características personales de Trump son lo opuesto a estos valores. Para solo citar un dato comprobado, Trump es un mentiroso consumado; el Washington Post, registró que hasta agosto Trump había hecho 22.417 afirmaciones falsas, esto es un increíble promedio de 17 mentiras diarias. Ni para que hablar de su desprecio por la mujer, sus relaciones con prostitutas, sus estafas como empresario, su evasión de impuestos o la utilización de la presidencia para sus negocios familiares.

Los líderes del PR sabían cómo era Trump. Basta recordar que en la campaña electoral de 2016 los otros precandidatos republicanos como Ted Cruz, Marco Rubio o Mitt Romney, hicieron toda clase de críticas y denuncias sobre los antecedentes de Trump. Sin embargo cuando fue elegido presidente, el PR se olvidó de todas esas verdades y se volcó a apoyarlo en todo, e inclusive a defenderlo en el juicio para destituirlo por el apoyo que negoció con los rusos para su elección.

El PR le vendió el alma al diablo, como lo hizo el joven Fausto para lograr riqueza, fama y placeres. Apoyó a Trump porque le servía para sus intereses económicos y políticos: porque bajó los impuestos a los ricos, porque está eliminando las regulaciones que exigen a las grandes empresas compensar los daños al medio ambiente, porque se comprometió a hacer trizas la reforma al sistema de salud, porque impuso una mayoría de jueces conservadores en la Corte Suprema.

Todo esto demuestra que para el PR han sido más importantes los intereses económicos que los valores, más necesario aferrarse al poder que defender los principios, lo cual se entiende, aunque no se justifica, porque hasta ahora han logrado su objetivo. Lo que no se entiende es que políticos colombianos apoyen y hayan hecho campaña por Trump: comparten su mismo talante mentiroso y carente de principios, pero como a Fausto les llegó el día en que tendrán que pagar el precio.

AHORA EN Mauricio Cabrera Galvis