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Solidaridad

Es el momento de la unión. Por eso me preocupa el auto confinamiento de algunas personas pudientes, que encerradas en sus urnas de cristal se han desconectado de este mundo.

23 de marzo de 2020 Por: Mario Fernando Prado

Es el momento de la unión. Por eso me preocupa el auto confinamiento de algunas personas pudientes, que encerradas en sus urnas de cristal se han desconectado de este mundo con suficientes reservas de todo como para aguantar varias cuarentenas y los demás, que se jodan.

¿Habrase visto actitud más egoísta? No se trata ni más faltaba de no recogerse y evitar al máximo salir, pero hay que pensar en la problemática social que se nos viene encima y que requiere, no de seres desconectados y ausentes, sino de ciudadanos que estén listos a prestar su concurso para atender las urgencias de los menos favorecidos, so pena que se desate una debacle y el orden público se salga de madre.

Por eso aplaudo a los diferentes sectores que se han manifestado para atender las necesidades básicas de un alto porcentaje de la población que vive del día a día y que si no pueden realizar sus actividades informales sencillamente se pueden morir de hambre y antes que eso les pase roban o matan para comer. Así de sencillo y así de fácil.

Es pues el momento de atender las indicaciones y obedecer las disposiciones y ordenes presidenciales, de rodear al Primer Mandatario y de decir “qué se ofrece” y colaborar con las diferentes asociaciones y fundaciones que están adelantando gestiones y colectas para no dejar solos a tantos conciudadanos que urgen de nuestra solidaridad.

Sé de varias entidades, instituciones y familias que están promoviendo e impulsando la más grande campaña solidaria que recuerde nuestro país.

Pese a los ingentes esfuerzos que está haciendo el gobierno de manera expedita, pulcra y organizada y a las medidas que están adoptando las empresas grandes, medianas y pequeñas, no es suficiente.

Cada colombiano ligeramente pudiente debe meterse la mano al dril -como decían antes-, retratarse con un auxilio representativo antes de que por las malas le quiten lo que bien pudo dar por las buenas.

Y no es alarmismo ni nada que se parezca: paralelo con la pandemia del coronavirus viene algo igual o peor, como es la pandemia del hambre que puede llegar a cobrar más vidas.

La palabra es entonces -repito- solidaridad, a la que debemos mezclarle tolerancia, comprensión y dejar por Dios tantos odios, tanta polarización y tanta criticadera que a nada conducen.

Hace ya varios lustros acuñamos la frase “Nos unimos o nos hundimos” y hoy cobra de nuevo vigencia este mensaje, que en su momento fue un llamado de atención y que hoy es un grito que ojalá no caiga en el vacío y lo escuchen quienes insisten en estar aislados en sus inexpugnables urnas de cristal.

***

Posdata.
Ejemplar el comportamiento de la gran mayoría de los caleños que han acatado las recomendaciones de aislamiento voluntario.

Ojalá que en este confinamiento que nos espera, esa conducta siga igual o mejor.

La otrora ciudad cívica de Colombia, ojalá continúe dando ejemplo y todos podamos derrotar la curva mortal de esta maldita pandemia.

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