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Mejor con Duque que con Santos

Con su estilo desparpajado, directo y sincerote el alcalde Armitage le dijo al presidente Duque, el pasado fin de semana que estuvo por estos lares, que como Alcalde de Cali le había ido mejor con él que con la...

26 de agosto de 2019 Por: Mario Fernando Prado

Con su estilo desparpajado, directo y sincerote el alcalde Armitage le dijo al presidente Duque, el pasado fin de semana que estuvo por estos lares, que como Alcalde de Cali le había ido mejor con él que con la administración anterior -léase Santos-.

Y es que Duque es de los que hablan poco y hacen mucho. No es ni cacareador para ganar aplausos mediáticos, ni promesero para engañar y luego salir con un chorro de babas, ni menos ‘mentirosillo’ como tantos gobernantes que para apaciguar los ánimos y dar esperanzas se comprometen con lo que no pueden aún a sabiendas de que se trata de cosas imposibles.

En lo que resta del periodo de nuestro Alcalde tendrá el consejo, la bendición y la ayuda del primer mandatario e igual sucederá con quien tome la posta de esta ciudad que no se deja amilanar por las circunstancias adversas por las que atraviesa y por el contrario, entre más duro le dan, más ánimo de lucha tiene.

En su periplo por Cali, Duque escuchó, analizó y trazó mancomunadamente una hoja de ruta a seguir, unificando criterios y palpando la problemática que nos aflige desde las bases populares hasta de quienes rigen su destino.

Bien equivocados están quienes sin razones valederas y de peso se atreven a juzgar y condenar al Presidente, tratándole tanto de incompetente y de inepto como de aguas tibias y tolerante. Todo lo contrario: es un servidor de su país sin ningún ánimo partidista, populista y menos caudillista -seguramente más técnico que político- que no se deja influenciar por las pasiones y los sectarismos.

Y eso parece no gustarle a muchos que le reclaman mano dura y un discurso agresivo con gritos y pataletas gaitanistas. En buena hora y en estos momentos de efervescencia y calor, qué bueno que nos rija una persona ecuánime y asentada lejos de personalismos, odios intestinos heredados y cuentas por cobrar.

Por ello es que también están equivocados quienes creen que Duque le tiene bronca a Cali porque aquí no ganó en las pasadas elecciones presidenciales. Los hechos demuestran que no lo mueven pasiones revanchistas ni menos actitudes vengativas como si las tuvo y hartas su antecesor que le dio un trato de tercera por ejemplo al sector azucarero vallecaucano. ¿O no?

“Y le quiero decir que yo no vote por usted”, le expresó también el Alcalde al reconocer la deferencia presidencial con Cali lo cual no alteró en nada el cordial diálogo entre los dos mandatarios.

Creo que Cali, con Iván Duque tiene un presidente amigo, ajeno a roscas y contubernios y que con una gran sencillez y sinceridad se ganó el aprecio y el aplauso de quienes tuvieron la oportunidad de escucharle y de ir entendiendo su estilo de gobierno.

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Posdata.
Pregunta suelta: ¿Y si Armitage no votó por Duque para las presidenciales, por quién depositó su voto?

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