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Hablar de literatura

En un hermoso texto que tituló ‘La maleta de mi padre’ que...

25 de enero de 2013 Por: María Elvira Bonilla

En un hermoso texto que tituló ‘La maleta de mi padre’ que leyó cuando recibió el Premio Nobel de literatura, el turco Orhan Pamuk describió con lucidez el oficio del escritor. Ese esfuerzo por adentrarse en el alma humana e interpretar a través de las emociones, el pensamiento y las palabras, el mundo que lo rodea y que con frecuencia padece, para transformarlo en historias y personajes que se convierten en vaso comunicante entre gentes diversas, sin consideración de orígenes o culturas. Esa es la maravilla de la literatura, que se vuelve protagonista en Cartagena en el Hay Festival.“Un escritor se pasa los años descubriendo pacientemente su segundo ser dentro de sí y el mundo que lo hace ser lo que es, dice Pamuk. Mientras me siento en mi mesa por días, meses, años, con morosidad agregando nuevas palabras a la página vacía, me siento creando un mundo nuevo, del mismo modo en que alguien construye un puente o un domo, piedra a piedra. El secreto no está en la inspiración- pues no se sabe con claridad su procedencia, todo se lo debo a la terquedad, a la paciencia. Como si se tratara de cavar un pozo con una aguja”. “Una vez nos encerramos descubrimos que no estamos tan solos como pensábamos. Estamos en compañía de las palabras de los que estuvieron antes que nosotros, de las historias de otras gentes, las palabras de otras personas, aquello que llamamos tradición. Creo en la literatura como el tesoro más valioso acumulado por la humanidad en su búsqueda por entenderse. Sociedades, tribus y gentes crecen en inteligencia y avanzan”. “Para mí ser escritor, dice Pamuk, es reconocer las heridas secretas cargadas dentro de nosotros, heridas tan ocultas que apenas tenemos conocimiento de ellas y exploramos con paciencia, las conocemos, las iluminamos para poseer estos dolores y lograr que tomen forman en personajes y situaciones que le den goce a los lectores”. Transcribo esta reflexión sin pudor, porque la comparto. Porque como él también dice, la verdadera literatura se basa en esa confianza infantil y optimista en que la gente se parece. Esa humanidad y ese mundo sin centro son a los que quiere dirigirse cualquiera que se encierre durante años a escribir. Y es cierto. Y más de una veintena de ellos coincide en el Hay Festival. Escritores como la rumana Hertz Müller quien sobrevivió la censura y la persecución del dictador Nicolae Ceaucescu quien hizo a pesar de su obsesión por silenciarla, ella logró que su palabra no fuera vencida por el totalitarismo. Y también el español Javier Cercas, el autor de una desgarradora novela sobre la guerra civil española, ‘Soldados de Salamina’, que revela la tragedia humana que los propios españoles han intentado negar. Dos autores que han enfrentado la realidad política de sus países desde la literatura y que por cuenta de ese maravilloso invento del inglés Peter Florence, como es el Hay, estarán en Cartagena en ese encuentro en el que la conversación se vuelve un espectáculo frente a centenares de personas y que estarán este año en Cartagena. Pero se necesitan muchos más lectores por el disfrute y por las luces que da la literatura para comprender el alma humana.