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Corrupción global S.A.S.

Asombroso, por decir lo menos, resulta el índice de Transparencia Internacional donde...

20 de julio de 2011 Por: Marcos Peckel

Asombroso, por decir lo menos, resulta el índice de Transparencia Internacional donde Colombia aparece en puesto 78 entre 178, es decir hay 100 países aun más corruptos que el nuestro. ¿Qué novedosas modalidades y formas de corrupción existirán en esos países para hacer que Colombia aparezca en un casi honroso lugar intermedio? En Colombia han saqueado todo; la salud, los impuestos, la educación, las regalías, títulos mineros, las obras públicas, las ayudas del invierno y quién sabe qué más. Y no nos llamemos a engaños. Acá no va a pasar nada, pues a pesar de los sinceros pronunciamientos de Presidente, Fiscal y Procurador, la suerte de los que se llevaron nuestra plata depende de un sistema judicial débil, permeable y fácil presa de poderosos abogados que a punta de leguleyadas obtienen vencimientos, rebajas y absoluciones. El grueso del dinero seguramente reposa en paraísos fiscales, mientras que la caja menor se la gastaron en camionetas, apartamentos, fiestas y joyas.Las dos principales convenciones internacionales contra la corrupción son la de la ONU aprobada en la asamblea general en 2005 y la de la Oecd, organización de los países desarrollados de la cual Colombia aspira a hacer parte. Sin embargo, éstas no son más que manuales de buenas intenciones convertidos en letra muerta pues la corrupción global empeora año tras año y son contados los casos de países donde hay mejoría en este aspecto, aunque sí los hay.En el índice de Transparencia Internacional sólo Chile y Uruguay por América Latina están entre los primeros 30 países del mundo. Contrastan las ‘buenas’ calificaciones que le otorgan al país las calificadoras de riesgo, que miden únicamente la oportunidad que tienen las multinacionales de hacer plata y sacarla, con el hecho indiscutible que el país se hunde cada vez más en el pantano de la corrupción y la desinstitucionalización. En el índice de Estados fallidos publicado recientemente por la revista Foreign Policy, Colombia ocupa el puesto 44 y el primero en América Latina.¿Está perdida la guerra contra la corrupción en Colombia? En las actuales circunstancias seguramente sí. Destapar escándalos no demuestra éxitos, sino el creciente tamaño del problema.Uno de los factores que más facilita la corrupción es la absoluta pasividad e indiferencia de la sociedad frente al fenómeno. Si a un ciudadano en nuestro país le facturan $1.000 más en su cuenta de celular, la pelea con todo, pero si le roban miles de millones de pesos del erario simplemente se aterra y no hace nada. Otro factor que favorece la corrupción en Colombia es el poco respeto al imperio de la Ley, producto de una cultura forjada en una historia, unas costumbres, una idiosincrasia y una perenne debilidad institucional.El Estado adolece de la majestad y fortaleza para ser universalmente respetado y temido, por lo que es fácil presa de intereses particulares y públicos que lo corrompen aún más. La historia ha demostrado que una sociedad entre más democrática, más participativa, más abierta, más educada, más empoderada, bien representada por sus oficiales electos, es mucho menos propensa a la corrupción. Aunque las leyes, los estatutos y el endurecimiento de los castigos son imprescindibles, no son medicina mágica pues la lucha contra la corrupción requiere primero que todo de un profundo cambio cultural; es un largo proceso que se mide en décadas, y no hay garantía alguna de éxito.