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El objetivo es Cali

Alguien debería recuperar en Cali la democracia como el gobierno de todos y para todos

28 de noviembre de 2021 Por: Vicky Perea García

Alguien o muchos en el Centro Administrativo Municipal y en la Capital de la República no parecen entender lo que está ocurriendo entre los caleños por los avisos sobre la llegada de la minga manipulada por el Consejo Regional Indígena del Cauca. Alguien no entendió las amenazas proferidas por sus voceros y los temores que despertó en la ciudadanía.
O alguien quiere ganar votos sembrando el caos y busca que esos temores produzcan una confrontación en la cual perderemos todos los caleños, los colombianos y los indígenas en primer lugar.

Alguien en las comunidades indígenas debe entender el daño ya casi irreparable que los jefes del Cric y de la comunidad Misak le han propinado a la causa de esos pueblos, usando la discriminación racial para tachar a todo aquel que no sea indígena puro y proceder a crear el conflicto, generando miedo y separando a los indígenas de una sociedad mestiza como la colombiana que necesita encontrar soluciones para todos y no acepta que la amenacen como lo hacen Hermes Pete y sus amigos. Esas comunidades deben saber que por culpa de las manipulaciones del Cric se están ganando el rechazo de los colombianos.

Alguien debe saber que lo que buscan los jefes del Cric, involucrados como están en la política que pretende dividir a nuestra sociedad, es crear un conflicto sangriento. Así lo han hecho promoviendo y realizando invasiones en el norte del Cauca, discriminando a los campesinos mestizos y a los negros en Caloto, secuestrando soldados cuando intervienen para recuperar el imperio de la Constitución que rige a todos los colombianos sin distinción de raza, credo o partido.

Alguien debe saber también que las autoridades municipales o distritales como se denominan hoy fueron creadas para entender y proteger a los ciudadanos que los eligieron y no para ignorarlos. Por eso los alcaldes se denominan mandatarios, es decir, que deben servir a la ciudad y a sus habitantes. A todos sus habitantes. Y deben entender sus deseos, sus miedos y sus rechazos y actuar en consecuencia.

Pero muchos en el Cam no lo entienden así, empezando por el alcalde Ospina, el primer mandatario de los caleños, y siguiendo por quienes quieren ignorar las amenazas de Pete y los voceros del Cric. Alguien debería decirle al alcalde que él no es el dueño de la ciudad, existen leyes que debe respetar por lo cual no puede hacer lo que quiera y no le puede imponer a Cali el regreso de la minga, movimiento politizado por el Cric, por él y sus obsesiones revolucionarias.

La presencia del Ministro de Defensa y su compromiso para impedir “un solo abuso, bloqueo o afectación a cualquier ciudadano de Cali o el Valle del Cauca”, devuelve tranquilidad y responde a la inconformidad que puede llevar a la reacción contra quienes fueron involucrados en el peor estallido de violencia que recuerde la ciudad. Con ello se confirma que Cali es de nuevo el objetivo de quienes, en el Cric y en el Cam, quieren sembrar la división y el odio.

Alguien debería recuperar en Cali la democracia como el gobierno de todos y para todos y no como la autorización a los gobernantes para hacer lo que quieran, como permitir que el Cric vuelva a convertir a Cali en foco de violencia. Por eso hay que actuar con sensatez, recuperar la transparencia en el gobierno de la ciudad, escuchar a todos los caleños y respetar la Constitución a pesar de las pataletas de Ospina y las amenazas del Cric.

Sigue en Twitter @LuguireG