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Petronio; logros y retos

El Festival de Música del Petronio Álvarez es hoy un referente obligado para las músicas afroamericanas y otras manifestaciones culturales conexas, como la culinaria, las bebidas y la medicina tradicional...

11 de agosto de 2019 Por: Vicky Perea García

El Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez llega a su edición número veintitrés en este mes de agosto, y es hoy un referente obligado para las músicas afroamericanas y otras manifestaciones culturales conexas, como la culinaria, las bebidas y la medicina tradicional.

El primer festival se realizó en 1997, con la perspectiva de poder “estimular la creación, interpretación, difusión y proyección de la música del pacífico colombiano y ecuatoriano a nivel nacional e internacional”, como reza el objetivo del primer reglamento. A más de dos décadas de su inauguración, bien vale la pena repasar los logros frente a este propósito.

Al decir de los estudiosos, los mayores avances se han dado en el fomento de la interpretación. De ello son evidencia los numerosos semilleros de niños que se encuentran en municipios ribereños y costeros del Pacífico. Así mismo, universidades de Cali, Bogotá, Medellín y Popayán incluyen hoy espacios de formación en músicas del Pacífico.

Hay también logros en cuanto a creación y proyección. El festival, con muy buen tino, mantiene desde su fundación la modalidad “libre”, que promueve la experimentación más allá de los formatos tradicionales. De esta cantera han surgido artistas de referencia internacional como ChocQuibTown y Herencia de Timbiquí (ambos finalistas 2006), pero cada año hay nuevas propuestas que tienen el potencial de alcanzar otros públicos con sonidos renovados. Esto pone las miradas en la proyección.

Un estudio efectuado el año pasado por Javeriana Cali, muestra el impacto del Petronio como un gran impulsor de la economía naranja del Pacífico colombiano, generando 1.600 empleos y una movilización de recursos económicos por 50.000 millones aproximadamente. Esto se sustenta en que el gasto de cada persona en un día de festival es de 42.000 pesos para los que viven en Cali y 166.000 pesos para los visitantes del resto del país y del extranjero. ¡Este es el impacto de una economía naranja en acción!

El festival apoya y consolida la creación y el fortalecimiento de capacidades para la creación, la generación de condiciones de sostenibilidad y asociatividad, así como el desarrollo de un ambiente propicio para la participación y posicionamiento en los mercados locales e internacionales de los bienes y servicios culturales y creativos del país. Al mismo tiempo, ayuda a dar sostenibilidad a los agentes y organizaciones, tal y como lo plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Finalmente, la difusión plantea sus propios retos y tiempos. Aquí han asumido su responsabilidad varias universidades de la región y medios de comunicación, que cada año se esfuerzan por generar espacios de conversación con las cantadoras, percusionistas, narradoras y sabedores que visitan la ciudad. La ronda de “Petronio en las Universidades” recibe menos reflectores que la tarima principal (apenas comprensible), pero es igual de importante para la formación de nuevos públicos. Solo de esta manera, hablando y escuchando músicas del Pacífico entre todos, lograremos el objetivo de que el espíritu del Petronio Álvarez se extienda más allá de agosto y siga siendo un referente de la identidad cultural de Cali y de toda la nación.

*Rector Universidad Javeriana Cali

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