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¿A quién creerle?

Una intensa actividad se percibe desde Israel en torno al muy reciente...

6 de diciembre de 2013 Por: Liliane de Levy

Una intensa actividad se percibe desde Israel en torno al muy reciente acuerdo provisional firmado en Ginebra entre seis potencias mundiales e Irán. Se logró, con miras a neutralizar el aspecto bélico del programa nuclear iraní y a cambio de un levantamiento de las duras sanciones económicas que el mundo le impuso a Irán. Vimos al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu conversando con los líderes de Europa, Rusia, Estados Unidos y otros para explicar su oposición categórica a dicho acuerdo; lo calificó de “error histórico” y lo comparó al firmado por el británico Neville Chamberlain en 1938 con Hitler en aras de una ilusa paz que solo condujo a la apocalíptica Segunda Guerra Mundial. Por otro lado vimos a Barack Obama liderando la firma del acuerdo en Ginebra y aplaudiendo la oportunidad de detener el proceso nuclear iraní y poder supervisarlo para que no se vuelva amenazante. Y también insistiendo sobre su carácter de “provisional”, con seis meses para comprobar su autenticidad. Dos posiciones válidas y uno se pregunta: ¿A quién creerle?No me caben dudas de que tanto Obama como Netanyahu son sinceros y honestos. Tengo tendencia a creer que Obama -a pesar de su torpeza en materia de política internacional- está bien intencionado y votaría por él, si pudiera hacerlo. También me reconcilie con Netanyahu cuya política de los asentamiento me repela (la verdad, nunca la entendí) pero cuyo gobierno ha resultado exitoso en todos los demás aspectos: sociales, económicos, políticos, educacionales, artísticos, de salud y viviendas (pese a las protestas) y otros. Bajo su administración Israel está boyante y confiado. Por eso creo que su preocupación frente a la posibilidad de un Irán nuclear vociferando amenazas de aniquilación contra Israel, es genuina y la respeto. Pero la guerra es algo terrible y toca evitarla hasta donde se puede. Entonces, ¿qué hacer?En calidad de observadora disciplinada opté por consultar con expertos. Y me impresionó lo que dice el general Uzi Eilam, científico eminente y exdirector del programa de energía nuclear israelí, con una prestigiosa hoja de servicios en el Ministerio de Defensa de Israel. Hoy es un ‘senior fellow’ en el departamento de investigación científica de la Universidad de Tel Aviv y los medios lo consultan sobre temas de armamentismo y defensa. Eilam concedió una entrevista a la cadena de televisión israelí i24news (en internet, en francés, inglés y árabe, si buscan información confiable sobre Israel y el Medio Oriente en general) sobre la idea de bombardear a Irán que Benjamin Netanyahu contempla para impedir que Irán adquiera la bomba. Eilam se proclamó en contra. Según él, bombardear a Irán en estos momentos resultaría contraproducente ya que reforzaría al régimen de los ayatollah y provocaría un movimiento nacionalista que aglutinaría a los iraníes a su alrededor. Tampoco le parece urgente el bombardeo y considera que si bien Irán se acerca a la capacidad de producir armas nucleares, aún está lejos de la meta. De modo que el experto recomienda a Israel esperar a que pasen los seis meses de supervisión impuestos por el acuerdo de Ginebra y ver si Irán cumple con su compromisos. Y luego actuar.En 1981, Uzi Eilam se había opuesto cuando el gobierno de Menajem Begin decidió bombardear el reactor iraquí ‘Osirak’ de Sadam Hussein. Consideraba la operación absurda porque Iraq estaba muy lejos de fabricar un arma atómica y Francia que le suministraba tecnología estaba vigilando. En 1981 la operación tuvo éxito. En Irán la situación es diferente y se puede complicar. Eilam opina que no vale la pena correr tan grande riesgo... Al menos por el momento.