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Historia del cine (cortos)

En los últimos 25 siglos sólo se ha inventado un arte, el...

26 de enero de 2012 Por: Julio César Londoño

En los últimos 25 siglos sólo se ha inventado un arte, el cine (la instalación es una variante de las artes plásticas y el performance es hijo del teatro). Y es el único arte que es al tiempo una técnica, un arte, un invento, un lenguaje y un medio de comunicación. Por su culpa es que hoy tenemos pantallas en todas partes: en la alcoba, en el estudio, en las salas de espera, en las oficinas, en el portafolio del señor, en el bolsillo del bluyín del joven y en las frenéticas manos del niño.¿Como sucedió esto? Según Lipovetsky, la historia del cine se divide en cuatro fases. La primera es la época del cine mudo. Al principio se filmaron documentales (obreras saliendo de una fábrica, farsas breves, vodeviles). Cuando los directores echan mano de las novelas literarias, la cámara encuentra su objetivo. ¡Ya tiene una historia! Pero el afán de salvar las barreras del silencio y la ausencia de diálogos, vuelve sobreactuada la gestualidad y recargados el maquillaje y la decoración. Las películas son imágenes brincadoras y aceleradas que cuentan historias melodramáticas. Con todo, Griffith, Sjöström, Lang y Murnau inventan el expresionismo y moldean las primeras estrellas: Rodolfo Valentino, Marlene Dietrich, Greta Garbo. La segunda fase es un ataque frontal a los sentidos. Arranca a principios de los años 30 con el cine sonoro, sigue con la aparición del color a finales de la década, y llena la sala con el cinemascope y las pantallas panorámicas a principios de los 50. Es la época dorada de los grandes estudios, las películas son la principal diversión del mundo, y los directores descubren que el cine no es simplemente un teatro filmado e inventan una nueva gramática para este nuevo lenguaje. Los actores son adultos (John Wayne, Humphrey Bogart, Greta Garbo), los amores desexualizados, el punto de vista único y omnisciente, el tiempo lineal y los finales claros, cerrados.La tercera fase va de los 50 a los 70. Los directores se rebelan, ruedan en exteriores y con sonido directo, fracturan las estructuras narrativas y cuentan historias muy duras. No en vano han vivido los horrores de la Segunda Guerra. Aparecen el neorrealismo italiano, el free cinema inglés y el cinema novo brasileño. La nouvelle vague se burla del realismo poético francés y se lanza a la búsqueda de nuevas técnicas y nuevas estéticas. De repente, los actores son todos menores de 30 años. Marlon Brando, James Dean, Marilyn Monroe, Jean-Paul Belmondo, Alain Delon, Brigitte Bardot. El hecho inaugura una idolatría por la juventud que llevará dentro de poco al desprecio social y laboral de los viejos, es decir, los mayores de 40.La última fase empieza en los 80 y está marcada por la aparición de los multiplex, las grandes producciones, las taquillas millonarias, las superestrellas y los pasmosos efectos especiales. Si hubiera que resumir esta fase, la palabra sería “espectacular”. Es la época de Coppola, Spielberg, Lucas, De Palma, Friedkin, Scorsese. Es la apoteosis del cine y, al tiempo, el final de su hegemonía porque ahora debe compartir sus fieles con la televisión y con los equipos informáticos.Pero el cine puede alegar que la televisión no es más que una hija frívola, y que los equipos informáticos no pueden prescindir de una cosa puramente suya, la pantalla.