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Reconstruir, juntos mejor

En la pandemia, según Confecoop, el sector de las cooperativas colocó en cartera $21,2 billones, de los que 67% corresponde a créditos de consumo; 16,3%, a comercial; 9,71%, a vivienda, y 6,5%, a microcrédito.

25 de julio de 2021 Por: Juan Esteban Ángel

La pandemia y las recientes manifestaciones de inconformismo social nos impulsaron a hacer frente a la crisis conectándonos con un sentimiento que se ha multiplicado más que el virus: la preocupación por los demás. Como nunca, en el mundo hemos visto ejemplos de solidaridad que se han extendido en favor de la vida y el bien común. En Colombia hemos entendido que necesitamos de una mayor conciencia colectiva y ayuda mutua.

A nivel mundial, las empresas cooperativas han demostrado ser parte de la solución: cerca de 1000 millones de personas, en más de tres millones de cooperativas, han aportado más de mil millones de dólares para ayudar a comunidades en todo el mundo. En nuestro país, 4000 cooperativas han adoptado múltiples formas de solidaridad, incidiendo positivamente en 6,5 millones de asociados y sus familias, generando y manteniendo el empleo; abriendo opciones de crédito y servicios financieros a quienes no tienen acceso a la banca tradicional; creando fondos sociales; fortaleciendo comunidades, productores y consumidores; respaldando pequeños negocios y apoyando emprendimientos, además de brindar alternativas para educación, salud y vivienda, mejorando la calidad de vida de las personas.

No se trata de un fenómeno transitorio sino de un modelo de innovación social que lleva 200 años demostrando su éxito. El cooperativismo se basa en valores y principios éticos, ayuda mutua, reinversión en las personas y preocupación por el mundo en el que vivimos, adoptando una visión de largo plazo y crecimiento económico sostenible. Más del 12% de la población mundial pertenece o hace parte de una cooperativa. Las cooperativas proporcionan empleo al 10% de la población mundial trabajadora, unos 280 millones de personas; con organizaciones sólidas que suman un volumen de negocio de $2035 billones de dólares.

En la pandemia, según Confecoop, el sector de las cooperativas colocó en cartera $21,2 billones, de los que 67% corresponde a créditos de consumo; 16,3%, a comercial; 9,71%, a vivienda, y 6,5%, a microcrédito.
A su vez, los aportes sociales cerraron el primer trimestre de 2021 en $4,82 billones, con un crecimiento del 7,30%.

Estos datos nos dan una idea sobre la importancia, pero sobre todo del potencial de la economía social. Existe evidencia suficiente sobre la oportunidad que tiene nuestro país de aprovechar y extender dicho modelo en pro del desarrollo y progreso de los colombianos, y como parte de las respuestas estructurales que se requieren para superar los retos que tenemos en materia de pobreza y desigualdad.

En esta etapa de reactivación, Colombia debería estimular este modelo en múltiples ámbitos del desarrollo, con una potente promoción de los emprendimientos, impulso a cooperativas de producción agropecuarias, agroindustriales, de servicios y sociales; acceso a servicios financieros y educación. Especial énfasis merece el aporte que el cooperativismo puede hacer al sector agrícola, donde la asociatividad potencia las capacidades de producción y comercialización, con proyección exportadora, impulsando la diversificación y las economías locales.

En julio las cooperativas celebran y promueven su día internacional o #coopsday, este año bajo el lema “Reconstruir, juntos mejor”, mostrando al mundo su potencial y capacidad para hacerle frente a las crisis. Este es el momento de las cooperativas cuyo modelo, sin duda, sería de gran ayuda para el país en una coyuntura que demanda diversos motores que impulsen la reactivación y nos lleven a construir una sociedad más justa y equitativa.
Sigue en Twitter @Juanes_angel