El pais
SUSCRÍBETE

Santa Librada saldrá bien librada (2)

Saludo a nuestra actual rectora Mónica Patricia Medina y a sus antecesores Ramón Ignacio Atehortúa y Roberto Avendaño De Horta (+), a quienes debo el orgullo de ser amedallado Egresado Ilustre.

20 de octubre de 2020 Por: Jotamario Arbeláez

Saludo a nuestra actual rectora Mónica Patricia Medina y a sus antecesores Ramón Ignacio Atehortúa y Roberto Avendaño De Horta (+), a quienes debo el orgullo de ser amedallado Egresado Ilustre, a los profesores actuales y a los que se han ido desprendiendo como estrellas del cielo, en especial Luis Aragón Varela, recientemente evocado a raíz del lamentable deceso de su hijo Carlos Arturo. Me acordé del orgullo que sentía de su nombre, pues coincidía con el del poeta surrealista Louis Aragón, a quien acababa de consagrar como mi maestro por haber leído este verso: “Qué largo es morir durante toda una vida”. Al cual le complementé con este trino profético: “Y qué maravilla seguir viviendo durante toda una muerte”.

Saludo por igual a los exalumnos resaltando a mis más queridos condiscípulos que salieron del almanaque, el diligente activista Heladio Valencia, y el galante caballero del gracejo y gran señor de la carambola Iván Bueno. Fue por él que me descaché cuando comenzamos a darnos humos y me vine de retro en los exámenes finales de quinto y terminando sexto tenía que habilitar trigonometría y si perdía volver a quinto y además ganar los de sexto lo cual me era técnicamente imposible. En ese momento llegó el Nadaísmo para acabar de perderme que era salvarme, y así fui el único bachiller de Santa Librada al que no le dieron diploma. Por lo cual escribí mi primer poema nadaísta, ‘Santa Librada College’, desoyendo las enseñanzas de preceptiva del profesor Varela y siguiendo las de Prévert, y con él gané sucesivos premios, y en cada ocasión declaraba que era el único indiplomado del plantel, por lo que el profesor Hermínsul Jaramillo alarmó al rector Avendaño y las directivas, que decidieron concederme el cartón de Bachiller Honoris Causa, con las calificaciones ahora sobresalientes y canasta de flores en desagravio a mamá. Diploma que no tardó en ser acompañado por el Honoris Causa de la Universidad Santiago de Cali y la Orden del Congreso de Colombia en el grado de Comendador. En la celebración cincuentenaria el rector Atehortúa me concedió la medalla Eustaquio Palacios. Y ahora lo que podría ser el Centro de Convenciones del colegio lleva mi nombre. O sea que por un poema de desaplicado me iré al otro mundo con la satisfacción de la tarea bien calificada. En desagravio al plantel, corregí el remate del poema original que decía:
“Santa Librada / College / yo no te debo / nada”. Quedando: “Ay Santa Librada / Mi santa barbada / Todo te lo debo / No me debes nada”.

En el camino de mis negaciones y de mis encuentros insólitos con seres de carne y hueso y también con espíritus puros y hasta con ángeles inalados, en una mesa de médiums tuve a bien toparme con dos maestros que me han llevado de la mano por esta vida terrestre y me han colmado de bendiciones para cancelar mi impronta de poeta maldito. Ellos son San Nicolás y San Agustín. Y en el barrio San Nicolás pegué mi primer berrido y el antiguo claustro de San Agustín vio nacer el colegio de Santa Librada. Por eso ahora sigo la máxima de Lawrence: “Debemos dejar de ser hombres que oran para ser hombres que bendicen”. Por ello bendigo con toda mi alma a mi alma máter en momentos en que, llegando a su gloria en el tiempo, vemos cómo se viene derrumbando, hundiendo y deteriorando como en un cuento de Poe.

Mi amigo Oscar Rengifo Ramos, en vista de que ahora ando en místico convertido me pide que eleve una oración por el College. Pero no creo prudente pedirle nada a Dios quien debe andar embolatado con esta pandemia que se le salió de las manos. Más bien invoquemos a la santa Librada, que debe ser asaz milagrosa, tanto que en Argentina se impuso esta oración: “Santa Librada, Santa Librada, / que la forma de salir sea tan dulce / como la entrada”. Pidámosle que le dé un buen Concejo al señor Alcalde para permitir que el claustro amado reciba recursos para su total recuperación. ¡La M que sí!

AHORA EN Jotamario Arbelaez