De fiesta en La Montaña Mágica

Octubre 31, 2022 - 11:50 p. m. 2022-10-31 Por: Jotamario Arbeláez

Para alejarnos de los ruidos de las ciudades y poner atención a los del cielo y el campo, que aparte de truenos y cantos de pájaros se perciben también -si uno pone cuidado- las bandas de arcángeles, nos hemos instalado mi mujer y yo en un sitio privilegiado de Villa de Leyva, al frente del cerro Iguaque, en una casa habitada por tantos libros como ladrillos que hemos bautizado La Montaña Mágica, tomo que al fin estoy leyendo sobre los hilos de algodón del chinchorro.

No es una vida descansada acarrear sobre los lomos del intelecto 7 mil libros escritos por amigos y por uno mismo durante más de 60 años de pedaleo con la escritura, la canción, la pintura, el teatro y el galanteo.

Nos lanzamos con gusto como la generación del fracaso, nadie debía esperar nada de nosotros, a pesar de posar como ‘geniales, locos y peligrosos’; ni siquiera fuimos capaces de definir el movimiento que nos aglutinaba, el Nadaísmo, ni de formular la doctrina, aparte de unos cuantos manifiestos nefandos y entrevistas risueñas.

Colmamos con nuestra insolencia los años 60, los70, los 80, los 90, y seguimos con los 2000, los 2010 y ahora en los 2020 recibimos las mieles del reconocimiento. Patricia Ariza ministra de la Cultura, los pintores Alcántara y Álvaro Barrios en sus sitiales mundiales, Armando Romero desplazando su obra por Europa, de donde solicitan antologías de la poesía nadaísta, Eduardo Escobar y Jaime Jaramillo Escobar con la publicación de su testamento poético, Insistencia en el error y Poesía para hoy, igual Dukardo Hinestroza y Dina Merlini, mi obra casi completa publicada por la Universidad del Valle y premiada por la Gobernación. Y ahora Pablus Gallinazo, adalid de la canción protesta que cubrió tantos años y tantas mentes, convertido en astro cinematográfico en largometraje que cuenta su vida. Para realzar este evento celebramos una fiesta con 30 amigos, donde campeó el amor, la admiración y la solidaridad, alrededor de las palabras y los cantos del ‘Comandante eterno’.

Estas fueron mis palabras de salutación:

Bienvenidos a La montaña mágica, casa diseñada por el arquitecto Edmundo Moure y construida por un puñado de ángeles bajo la supervisión y adecuación de mi mujer Claudia Jaramillo, para que este poeta pueda dar rienda suelta a su obra final Los días contados, y celebrar la existencia con los amigos.

Cuándo íbamos a pensar que los nadaístas, horda de rebeldes sin causa de la sesentena, terminaríamos como patota de octogenarios aplaudidos por lo menos por su resistencia y tozudez de ver, de cambiar el mundo por medio de la palabra escrita o cantada y también pintada. Y es así que hoy dirigimos la Cultura de Colombia desde nuestra actriz y poeta Patricia Ariza y recibimos el homenaje cinematográfico a un ser designado por arcanos mayores a cantar la vida mascando flores.

Bienvenido pues el picaflores masticables Pablus Gallinazo, galán de la canción y los amoríos, pero autor también de la novela totalizante La bella Marangola y la poesía del delirio El libro de los amados, y estandarte de la liberación que tanto anhelamos, a esta reunión donde los que le amamos celebramos sus 80 años. Él copó toda una época generacional con los acordes producto de sus cuerdas vocales y las cuerdas de su guitarra que en ocasiones se confundían. Y por eso se le recuerda. Y quienes no lo recuerdan y por primera vez lo oyen quedan prendados.

Los nadaístas nos salimos con las nuestras, y es por ello que Pablus canta y compone a la vez con Tita Pulido, mujer que con los suyos pule sus tonos y tomados de la mano reciben agradecidos los rayos del sol del claro cielo azul celeste que les sirve de sombrilla.

Más atrevido que John Lennon, diría antes de tomarme otro whisky, que los nadaístas resultamos más famosos que Jesucristo y Los Beatles juntos. Y que arranque la fiesta.

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