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Por la escalera

Hace un tiempo, y después de un par de años sin visitarla,...

12 de noviembre de 2012 Por: José Félix Escobar

Hace un tiempo, y después de un par de años sin visitarla, fui a una importante institución educativa de la ciudad. El crecimiento de su planta física me asombró. Le comenté a un directivo –medio en serio y medio en broma- que a mí esos crecimientos tan espectaculares me parecían cancerosos. El directivo se lo tomó en serio, corrigió pedagógicamente mi afirmación y me aseguró que el crecimiento obedecía a un plan, a un programa, etc., etc. La realidad es que desde hace 30 ó 40 años se viene instruyendo a administradores, economistas y gerentes en el culto a la espectacularidad del tamaño, donde lo único que vale es lo mega y lo giga. Estas generaciones y quienes los educaron parecen haber olvidado las virtudes de la moderación y del crecimiento ordenado. Si no se es el más grande, no vale la pena continuar en la lucha. Hay que mostrar plumaje de águila real, aunque el plumaje sea prestado y se deba.Todo fracaso se convierte automáticamente en caso de estudio. ¿Qué necesidad tenía Interbolsa de convertirse en menos de dos décadas en la dueña de la tercera parte del mercado bursátil en Colombia? ¿Por qué un individuo echado para adelante como Carlos Palacino se desenfrenó en el mando de Saludcoop? ¿En qué momento cambiaron el ajedrez por el monopolio?¿A quiénes se les ocurre invertir 300.000 millones de pesos en repos de una textilera que agoniza penosamente desde hace décadas? Pues a los genios de Interbolsa. ¿A quiénes se les confunden los dineros de la salud con los de una gran constructora de inmuebles? Pues a los genios de Saludcoop. Que sea lección para ellos comprobar que en la lista de los corredores de bolsa y de las prestadoras de servicios de salud que continúan su marcha hacia adelante, se encuentran nombres de empresarios conocidos por su actuación moderada y cuidadosa.El gusto por las apuestas arriesgadas y el deseo desbocado de enriquecimiento súbito son propios de los casinos, pero deberían mantenerse alejados del mundo de los inversionistas serios. Ni aún el magnate norteamericano de los casinos, Sheldon Adelson, se las sabe todas en el mundo de la apuesta arriesgada: acaba de aportar más de 50 millones de dólares a las campañas de candidatos republicanos que enlazaron una derrota con otra. Por la misma época en que visité la institución educativa -cuyo crecimiento parece haberse moderado- tuve una interesante charla con el presidente de un banco, cuya exitosa gestión es ampliamente reconocida desde hace muchos años. El tema de los crecimientos desbocados fue tocado en la charla y concluyó cuando el dirigente bancario aseguró, con toda la naturalidad del mundo: en la institución que presido el crecimiento sube por la escalera y nunca por el ascensor.* * * *Hay que oír a Alejandro Eder para formarse una idea real de los avances del proceso de paz. Una cosa es oír al alcalde Rodrigo Guerrero explicando su gestión y otra juzgarla a través de las opiniones de terceros. Ojalá estos excelentes funcionarios dispusieran lo necesario para que los ciudadanos los escuchen y valoren sus esfuerzos.

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