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Una cosa es ser amante del cine y otra diferente, crítico, o mejor, juez de películas...

10 de octubre de 2018 Por: Jorge Restrepo Potes

En cordial reunión social por el cumpleaños de amiga tulueña, una pareja de cónyuges me pidió que le contara cuál era la mejor película que he visto en mi extensa vida de cinéfilo, y que les hiciera un listado de las diez mejores. Respondí que eso es imposible porque juegan muchos factores para analizar una producción cinematográfica.

Les expliqué que una cosa es ser amante del cine y otra diferente, crítico, o mejor, juez de películas. Sin embargo, les aclaré que existe una lista estándar, por decir algo, en la que desde mis años mozos he visto que en ella figuran las mejores que han pasado por las salas de cine. En esas diez, siempre están El ciudadano Kane, Casablanca, y otras ocho que a alguien se le ocurrió enlistar como las obras maestras de ese mundo fascinante.

A mis interlocutores les dije que para mi gusto el Kane de Orson Welles, no es mi preferida. Reconozco que es de alta calidad pero por encima de ella hay otras.

Como la charla proseguía, les aseguré que el juicio de las películas es algo que pertenece a la órbita del gusto de cada espectador, y como eso es así, me atrevería a reconocer las diez que más me han impactado desde que tengo uso de razón, o más sinceramente, desde que mis padres pusieron una cuna en la sala de proyección del Teatro Boyacá de Tuluá, para que ellos pudieran disfrutar mientras yo dormía plácidamente percibiendo el olor inolvidable del celuloide cuando se ‘quemaba’ la cinta. Ahí van:

1. ‘El Padrino’; 2. ‘Doctor Zhivago’; 3. ‘Casablanca’; 4. ‘Ana Karenina’; 5. ‘La quimera del oro’; 6. ‘Siete hombres y un destino’; 7. ‘Sabrina’; 8. ‘Escuela de sirenas’; 9. ‘Cantando bajo la lluvia’; 10. ‘Los Profesionales’.
Como pueden ver, aquí hay de todo, como en botica: dramas intensos: ‘Casablanca’, ‘Zhivago’ y ‘Karenina’ (la de Greta Garbo); musicales: ‘Escuela de sirenas’, con Esther Williams, y ‘Cantando bajo la lluvia’; de “tipos y bandidos”, como decíamos de muchachos: ‘Siete hombres’, y ‘Los Profesionales’; de mafia: El Padrino, que debemos declarar fuera de concurso pues es perfecta; la imperdible de Charlie Chaplin: ‘La quimera del oro’; y ‘Sabrina’, la exquisita comedia con Humphrey Bogart.

En un escogimiento que alguien hizo recientemente, además de dos de mis preferidas atrás citadas incluye, entre otras, a ‘Tiburón’, ‘Apocalypse now’, ‘Pulp Fiction’ y ‘En busca del arca perdida’. Pero como antes dije, es imposible hacer una sola lista pues en todos los conceptos juega la subjetividad con la que se mira lo que aparece en las pantallas.

Sentí alegría al comprobar que esos dos buenos amigos supieran tanto de cine y que coinciden con mi tesis sobre la dificultad para la calificación de las grandes producciones.

No puedo cerrar este ejercicio peliculero sin mencionar ‘La strada’, de Federico Fellini, en la que su mujer, Giulietta Masina, y Anthony Quinn le mostraron al mundo sus altos coturnos de artistas inmensos. En ella reaparecieron la Giulietta de los espíritus y el inolvidable Zorba. Ambos ya murieron. Qué vaina. Es difícil encontrarles reemplazo.

Perdonen los lectores esta nota tan distinta de las que los tengo acostumbrados con mis comentarios de la política nacional, cada vez más interesante cuando vemos que el presidente Duque está en un laberinto bastante oscuro que me hace recordar, ‘El laberinto del fauno’, la maravillosa creación de Guillermo del Toro.

Recomiendo ‘Candelaria’, dirigida por el colombiano Johnny Hendrix Hinestroza. Muy buena.

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