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Mockus, coherente

Hay que decirlo de una buena vez: el Partido Verde no existe...

2 de junio de 2011 Por: Jorge Restrepo Potes

Hay que decirlo de una buena vez: el Partido Verde no existe y la tal Ola Verde se diluyó en medio de las contradicciones en que cayeron sus dirigentes, Peñalosa, Fajardo, Garzón y Mockus, que no pudieron cometer más pendejadas porque el tiempo no les alcanzó.Enrique Peñalosa es un señorito bogotano, capaz, desde luego, de ser un buen alcalde, como ya lo demostró en Bogotá. Casquivano en política, jamás he podido ubicarlo pues lo he visto en convenciones liberales y al día siguiente abandona a los rojos para coquetearle a los contrarios. Ahora quiere volver al Palacio Liévano, sede de la municipalidad capitalina, y en ese conato recibió el guiño perverso de Uribe, que desestabilizó el Partido Verde, que anda hoy sumido en un pequeño pleito de reclamos entre sus pocos integrantes.Sergio Fajardo es un paisa simpático, de buen discurso académico, centrado ahora en su aspiración de ser gobernador de Antioquia, y ojalá lo logre pues es competente y totalmente honesto. Tiene méritos de sobra pues fue excelente alcalde de Medellín, e hizo campaña para la Presidencia, pero declinó cuando se unió a los verdes para apoyar a Mockus.Luis Eduardo Garzón es un chiste. Dicharachero y cordial, es un autodidacta de formidable inteligencia, que le permitió cumplir bien como alcalde de Bogotá.Y Antanas Mockus. Este es un hombre al que le sobran neuronas pues nadie desconoce su prodigioso cerebro que le permite crear elevadas metáforas, infortunadamente en lenguaje abstruso que pocos entienden, pero que le concede un aura de maestro que él sabe manejar muy bien.Un sector de Colombia, hastiado de las trapisondas de Uribe para hacerse reelegir, vio en Mockus el hombre preciso para derrotar el proyecto de gobierno fascista que pretendía prolongar Uribe mediante actos torticeros que hoy son investigados por la Justicia, y que tienen a catorce de los más cercanos próceres de la Seguridad Democrática en la cárcel o a las puertas de ella, y faltan datos de otros municipios, pues lo que aquí se montó fue, al decir de la Fiscal General, una auténtica empresa criminal, particularmente en lo de las ‘chuzadas’ del DAS.Muchos creímos que Mockus era el tipo para derrotar a Uribe y en esas estaba cuando le dio por hacer las payasadas de siempre que provocaron su caída luego de alcanzar casi cuatro millones que lo llevaron a segunda vuelta en la que sucumbió estrepitosamente ante Santos.Pero lo cierto es que Mockus es el único que tiene votos contantes y sonantes en ese inexistente Partido Verde, que sin él queda reducido a mínima expresión. Coherente como es, Mockus le ha dicho al país que él no puede compartir tribuna con Uribe en la campaña de Peñalosa porque sus críticas al “todo vale” del expresidente siguen vigentes, y lo que se ha destapado de la corrupción del régimen uribista le impide aceptar pactos con La U.Esa es una conducta digna de imitar en política. Pienso que sin el apoyo de Mockus, Peñalosa está perdido pues aquel es el dueño de los votos, y ya Uribe no es el gallo que dominaba el gallinero clientelista.Si en Colombia los líderes actuaran con esa altivez y con esos principios, la política dejaría de ser este turbio pantano de ambiciones que pone en peligro la subsistencia del sistema democrático, que sin un pliego de presupuestos éticos se convierte en un campo de Agramante, en donde triunfan los más corruptos.

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