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‘Dr. Mata’

Cuando llegué a Bogotá a iniciar el bachillerato estalló el escándalo del...

1 de mayo de 2014 Por: Jorge Restrepo Potes

Cuando llegué a Bogotá a iniciar el bachillerato estalló el escándalo del que fue protagonista Nepomuceno Matallana, un desalmado sujeto que haciéndose pasar por abogado – era tinterillo - lograba ganar la confianza de clientes adinerados a quienes convencía que pusieran bienes cuantiosos a su nombre, con el argumento de que él tenía mejor capacidad administrativa, y una vez cumplidos los trámites notariales, los invitaba a su hacienda en el páramo de ‘Calderitas’, cercano a la capital, y allí con la complicidad de su mayordomo Hipólito Herrera, los asesinaba y luego les decía a los familiares que habían salido de Bogotá o que se habían fugado con una amante. No escapó ni una conocida meretriz a la que despojó de ropa, plata y vida.Fue tal el impacto mediático del criminal en serie, que unos condiscípulos tomamos un bus y nos fuimos a ‘Calderitas’, a conocer “el teatro de los acontecimientos”, como decían los periodistas.Al descubrirse que el rábula era el criminal se armó un verdadero folletín pues los periódicos relataban paso a paso y día a día las acciones delincuenciales de Matallana, el ominoso ‘Dr. Mata’ como lo apodaron los periodistas. Yo compraba todas las mañanas El Tiempo para leer las estupendas crónicas de Felipe González Toledo, el mejor reportero judicial que ha habido en Colombia, y me parecía estar leyendo un relato tenebroso de Edgar Allan Poe pues nuestro compatriota era tan siniestro como cualquier personaje del grande autor norteamericano.Matallana que era muy rico por cuenta de lo que había birlado a su desgraciada clientela, contrató a los mejores penalistas de la época para que asumieran su defensa en los estrados judiciales. Supe que el doctor Jorge Eliécer Gaitán, el más destacado de todos, como distinguido alumno en Roma de Enrico Ferri, no aceptó el poder por las negativas implicaciones políticas que podía traerle la defensa de un criminal de esa laya. Si mi memoria no falla, mi amigo Isaías Hernán Ibarra – cónyuge luego de Helenita Vargas, la célebre ‘Ronca’ - participó en las audiencias públicas que se convirtieron en el mejor y más concurrido espectáculo bogotano. Matallana fue condenado y murió en la prisión pues era un hombre mayor cuando resolvió meterse en los senderos oscuros del Código Penal.RCN ha montado para su canal el recuento de ese episodio que conmovió a Colombia, que aún se alarmaba con los crímenes, que hoy son acontecimientos comunes y corrientes porque el país se anestesió moralmente y nada le importa, y los más atroces asesinatos impactan lo que duran las rosas de Ronsard, el espacio de una mañana.Yo que no me sentaba a ver telenovelas desde ‘Betty, la fea’, estoy amarrado al ‘Dr. Mata’ y a las ocho en punto de la noche apago el celular para no perderme detalle de esa magnífica producción dirigida por Sergio Cabrera.Creo que se equivocó la programadora al enfrentarla con la exitosa ‘Ronca de Oro’, pero debo declarar que el ‘Dr. Mata’ es excelente, desde luego con ciertas licencias que se tomó el libretista para hacerla atractiva para el televidente. Enrique Carriazo, el principal protagonista hace un papel como para quitarse el sombrero; Yury Vargas, hace una Mercedes destacable; Nikolás Rincón, el detective que adelanta la investigación, estupendo. El sonido, la fotografía, el montaje, todo es perfecto.Ojalá suba el ‘rating’ pues es de lo mejor que se ha pasado en la TV criolla.

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