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No más muertos, por favor

Nadie, absolutamente nadie, en México quiere otra matanza. Basta y sobra con las de Uruapan (19 muertos), Minatitlán (14 muertos) y muchas otras que ni nombre tienen.

3 de noviembre de 2019 Por: Jorge Ramos

Nadie, absolutamente nadie, en México quiere otra matanza. Basta y sobra con las de Uruapan (19 muertos), Minatitlán (14 muertos) y muchas otras que ni nombre tienen. Incluso el reciente operativo en Culiacán, Sinaloa, también culminó con una matanza; hay más de una docena de muertos. Y lo que todos queremos -¡todos!- es que ya no sigan matando a tantos mexicanos.

Es falso sugerir que hay gente que hubiera querido una masacre aún mayor en el operativo en que se detuvo y luego liberó al hijo del Chapo Guzmán en Culiacán. ¿Quién quiere más muertos? Pero el problema con esa decisión presidencial es que sienta un grave precedente. ¿Qué va a pasar en la próxima operación con otro líder del narcotráfico? Ellos ahora ya saben que si amenazan a soldados y civiles, es posible que liberen a su capo.

Liberar criminales difícilmente se puede considerar como parte de una estrategia para pacificar la nación. Solo refuerza la idea que México ha sido y sigue siendo el país de la impunidad.

Entonces, ¿cuál es la verdadera estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que dejen de matar a decenas de miles de mexicanos cada año? Es la creación de la Guardia Nacional -con un altísimo componente militar- que para fin de año contará con unos 80 mil elementos. Pero hay que decirlo: A casi un año de su toma de posesión, la estrategia de seguridad de Amlo ha fallado.

Las altísimas cifras de criminalidad ya son su responsabilidad, como lo reconoció el pasado 22 de agosto. “No quiero seguir responsabilizando a la administración pasada y a los de antes de esa administración”, dijo el presidente. Pero no parece haber ningún sentido de urgencia.

Aquí están las terribles cifras. Han asesinado a 28.782 mexicanos desde el 1 de diciembre del 2018 hasta el 30 de septiembre de este año, según cifras oficiales. De seguir así, el 2019 será el año más violento de la era moderna en México, con más homicidios dolosos que en cualquier año de Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón.

No hay otros datos. Algo no está funcionando. Y México no puede darse el lujo de seguir fracasando en su lucha contra el crimen. Los muertos se acumulan. Esto no es normal. Los mexicanos no podemos acostumbrarnos a que nos maten. Respecto a la inseguridad y a la impunidad, México sigue igual. ¿Cuántos Culiacanes más hasta que algo cambie?

Me adelanto. Esta no es una crítica neoliberal, conservadora ni mal intencionada. Si a Amlo le va bien en la lucha contra la criminalidad, todo México gana. Pero infortunadamente no ha podido. Esto se mide con resultados, y no hay cifras positivas por ningún lado. El número de homicidios dolosos en septiembre de este año (2.825) es casi el mismo que en diciembre del año pasado (2.892).

El único logro real, tangible, de la Guardia Nacional ha sido detener a inocentes refugiados centroamericanos en su camino hacia Estados Unidos. Yo no recuerdo que, cuando se debatió la creación de la Guardia Nacional, alguien hubiera dicho que sería utilizada para arrestar a extranjeros que están huyendo de pandillas, violencia y la pobreza extrema. Eso se lo sacaron de la manga cuando Trump los empezó a presionar.

Y de pronto México -que durante décadas ha sido un país exportador de millones de inmigrantes- ahora se ha dado a la triste y vergonzosa tarea de perseguir a migrantes indocumentados (de Venezuela y Cuba, África y Centroamérica) que lo único que quieren es seguir su trayecto hacia Estados Unidos. Para eso sí sirve la Guardia Nacional de México.

Jamás pensé que un funcionario mexicano -como el Comisionado del Instituto Nacional de Migración- se atrevería a usar un lenguaje y amenazas trumpistas contra los inmigrantes. Y luego le escuché esto: “Es un aviso para toda la migración transcontinental: Así sean de Marte, los vamos a mandar [de regreso] hasta la India, hasta Camerún, hasta el África”. Trump estaría orgulloso de esta frase.

El esfuerzo de México no debe ser contra los inmigrantes que cruzan nuestro territorio. Al contrario, ellos merecen ayuda, protección y comprensión. La pelea, la que de verdad cuenta, es para México deje de ser el país de las matanzas, las fosas y los duelos.

No más muertos, por favor.

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