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Integración Valle y caucana 120807

La inesperada pero bien recibida designación interina de Aurelio Iragorri Jr. en...

3 de abril de 2012 Por: Mario Fernando Prado

La inesperada pero bien recibida designación interina de Aurelio Iragorri Jr. en la Gobernación del Valle, es un paso adelante para enderezarle el caminado a este Departamento que ostenta seis gobernadores en cinco años.El Gobierno central tenía la facultad y autonomía de encargar a quien le pareciera, lejos de consultar directorios, sanedrines, gremios, cacaos y medios. Además y como se lo comentó al pajarraco un vallecaucano que es hoy huésped ilustre del Palacio de Nariño, aquí somos buenos para el lloriqueo y la pataleta pero bien malos para ponernos la camiseta y darle el pecho a la brisa.Y es que el ‘sacaculismo’ vallecaucano es costumbre impertérrita por la comodidad que nos asiste y el culillo de enfrentar a los poderes que dominan la política: se tira la piedra y se esconde la mano… Digan esto pero no digan que yo lo dije. ¿O no?Ahora, menos mal que fue Aurelito -como cariñosamente lo llaman en Popayán-: mozo brillante, pertenece al sanedrín de Santos y a su segundo anillo de poder. Además y pese a sus ancestros políticos que heredó de su padre y su abuelo Guillermo León, nada tiene ni ha tenido que ver con la política del Valle, circunstancia que como cualquier otro encargado del Palacio de San Francisco le habría acarreado vetos, críticas, sospechas y malas leches, así procediera de la Legión de María.Las elecciones que sobrevienen no serán fáciles: la consigna de lucha de clases y enfrentamientos étnicos y económicos es una papa caliente que tendrá que enfriarse con diplomacia y eso que llaman ahora tender puentes. Aumentémosle a lo anterior que hay un sector político que sabe lo que quiere y otro que como siempre, deja todo para lo última hora y termina dividiéndose para que otro reine.Así, pues, que bienvenido este patojo a quien Cali no le es ajeno. Aquí ha vivido y pasado temporadas y es casado con caleña -hija de patojos- y nadie puede poner en duda la transparencia de sus anteriores cargos y encargos. Su gestión que para unos será corta y para otros -y de acuerdo al santaderismo que nos agobia- más larga de lo pensado, ojalá sea fructífera y exitosa.Por otra parte, y superado el tema político para convocar las elecciones, ¿tendrá el Estado los 18 mil palos que costarán los comicios y tendrán los candidatos -bueno todos menos uno- el músculo financiero para semejante aventura?La otra ventaja de Iragorri es que podrá continuar la integración del Valle con el Cauca, que iniciaron meses atrás los exgobernadores Lourido y González y que ojalá se continúe con Temístocles Ortega.Estos dos departamentos son una sola región (recordemos el Cauca Grande) y lo que sucede allá repercute aquí y viceversa. El dúo Lourido - González así lo entendió y fueron muchas las acciones positivas que se realizaron sobre todo en materia de seguridad, agroindustria y cuenca del Pacífico.Entonces lejos de criticar y lamentarnos, saquémosle provecho a esta oportunidad y unamos más a estos dos departamentos bien necesitados el uno por el sur y el otro por el norte y pensemos más en lo general que en lo particular.El Valle y Cali están inundados de payaneses que laboran y forman parte de nuestra idiosincrancia y Popayán y el Cauca están plagados de vallunos que trabajan con denuedo. Ingenios, empresas, cultivos, comercio, funcionan en el norte del Cauca y este departamento a su vez ofrece muchas opciones entre ellas la turística, como por ejemplo la Semana Santa, en la cual el hoy gobernador (e) y síndico del paso de Los Azotes fue carguero insigne en las procesiones de jueves y viernes santos. Amén.

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