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Se va armando

Armando Benedetti le endosa la chequera a Rafael Pardo, sin que nadie...

29 de noviembre de 2015 Por: Gustavo Gómez Córdoba

Armando Benedetti le endosa la chequera a Rafael Pardo, sin que nadie explique quién le delegó la administración de un talonario que ya nadie usa, aparte de los políticos marrulleros.Marrulleros los editores del folleto ‘De la prosperidad hacia un nuevo país’, que seleccionaron las fotos de inauguraciones de obras para que Vargas Lleras no saliera junto al Presidente por ninguna parte. Parte de tranquilidad del gobierno luego del indulto a guerrilleros por consideraciones humanitarias, mismas con las que se ha limpiado el trasero la guerrilla cuando, en el pasado, familiares imploraron dejar en libertad a sus seres queridos. Queridos los políticos que cedularon a las carreras a los indígenas de la guajira para ponerlos a votar sin avisarles, y que los bautizaron Mariguana, Alka-Seltzer, Cosita Rica, Paraguas, Chorizo y Popó. Popó el que les están llevando a los periodistas para que, en la carrera por decapitar a Palomino, embadurnen el apellido de cuanto oficial no se ajuste a los intereses de un general obsesionado con ser director a costa de la reputación de sus compañeros. Compañeros de gabinete de Enrique Parejo tendrán que explicar en la Fiscalía debajo de qué mesa estaban escondidos con Belisario, en noviembre de 1985, mientras las Fuerzas Armadas boleaban plomo al otro lado de la cuadra. Cuadra palabras el fiscal Montealegre para explicarle a la opinión pública por qué no debe compararse a la Universidad de la Fiscalía con el Titanic. Titanic el de SaludCoop, que se hunde en aguas de Cafesalud, con el comprensible pánico de sus ‘pasajeros’ y la indiferencia de un fiscal que sobre el particular ha sabido guardar silencio.Silencio sobre el nombre de los bien pagos asesores de los Urabeños, que están distribuyendo en medios de comunicación videos de propaganda de los delincuentes. Sobre su identidad hay mutismo.Mutismo inexplicable el de la apaciguada izquierda colombiana luego del asesinato en Venezuela de Luis Manuel Díaz, líder de la oposición. Oposición médica a la extradición de Víctor Maldonado, uno más en la lista de torcidos que, justo cuando las autoridades les exigen responder frente a la ley, resultan enfermos o convertidos en líderes religiosos al servicio de la ley... de Dios. Diosdado Cabello llamó fascista al presidente electo de la Argentina, solo porque Macri se atrevió a dar firme paso a un lado del desastre socialista que lidera Maduro. Maduro está un sensato miembro del Centro Democrático, Iván Duque, que brilla en sus denuncias sobre el caos del sector eléctrico, mientras el ministro González se pierde en la oscuridad. Oscuridad la que se cierne sobre el defensor del pueblo, señalado por el pueblo que trabaja en su despacho de despacharse contra todos cada vez que algo le salta la piedra. Piedra la que tienen los caleños con el MÍO, que solo satisface al 17 por ciento de los usuarios, molestos por el desastre en las frecuencias y velocidades. Velocidades las que le están metiendo al metro de Bogotá, ¡desde que Rojas Pinilla ordenó los primeros estudios con los que se han enriquecido tantos particulares!Particulares medidas tomó el gobierno para acabar con la vagabundería de que haya taxis cómodos, seguros y que produzcan ingresos a personas diferentes a los explotadores que siempre han fungido como amos del monopolio amarillo. Amarillo el que se toma Benedetti mientras lee esta columna que arrancó con él, y con él se cierra, porque es gran protagonista del lío que todos los días aquí se nos va armando.