El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Las lecciones del Tino

En un ambiente tan polarizado, donde lo normal se ha vuelto traspasar el umbral del argumento y colocar la discusión en lo personal, han sido magistrales las lecciones que el exfutbolista Faustino el ‘Tino’ Asprilla ha dado en las redes sociales.

11 de octubre de 2019 Por: Gustavo Duncan

En un ambiente tan polarizado, donde lo normal se ha vuelto traspasar el umbral del argumento y colocar la discusión en lo personal, han sido magistrales las lecciones que el exfutbolista Faustino el ‘Tino’ Asprilla ha dado en las redes sociales.

Todo empezó con un trino en el que el ‘Tino’ expresaba su gratitud con el expresidente Uribe a raíz del llamado a indagatoria de la Corte Suprema. En el trino adjuntaba un video de apoyo y decía sobre Uribe: “Fue quien le devolvió la fe y la esperanza a un pueblo que estaba rodeado por la criminalidad. Guerrilleros y paramilitares fueron arrinconados luego de años de someter a Colombia”. La afirmación es cuestionable, por supuesto, pero es legítimo que una figura pública como el ‘Tino’ exprese sus opiniones y manifieste sus preferencias políticas. Acaso, ¿la democracia no se trata de eso?

Como era previsible, las respuestas al trino fueron de todo tipo -aprobación y rechazo- y una gran parte de ellas caracterizadas por la furia y los insultos de quienes trinaban. En tiempos donde el único mecanismo de contención para expresarse, lo que es muy bueno para la libertad de expresión, es la consciencia que se tenga entre lo que se piensa, se escribe en unos pocos caracteres y se hunde el botón de enviar, lo normal es que los mensajes de los extremistas sean racistas, clasistas, proviolentos, etc., salgan a luz.

Lo que no se esperaba era que alguna figura política de primer plano fuera a debatir públicamente con el ‘Tino’. Entonces apareció Petro. Le respondió en un trino: “Uno de los movimientos que más discriminación ha producido en el pueblo afrocolombiano, después de los esclavistas, es el uribismo. La emancipación del pueblo negro, comienza por dejar de pensar como el blanco esclavista”.

La respuesta del ‘Tino’ fue elegante: “Atizar el fuego de racismo por yo ser negro es racista. Yo también pienso, y no como los blancos comunistas”. En tan solo un par de frases lanzó dos mensajes contundentes. El primero, que el pensamiento y las opciones políticas no deben estar predeterminadas por lo que piense de esa persona un tercero. El segundo, que quienes pretenden predeterminar las opciones políticas por su situación y atributos distan de tener la misma situación y atributos.

El ‘Tino’ desnudó los prejuicios y el oportunismo detrás de la respuesta de Petro. Pero si lo hizo bien o no es también debatible. De pronto, a los seguidores de uno u otro no les parezca así. En lo que sí no hay discusión y fue magistral el ‘Tino’, fue en las respuestas subsiguientes. En vez de dejarse tentar por la soberbia y entregarse al lenguaje de polarización entre uribistas, petristas y sus respectivos antis, el ‘Tino’ utilizó un lenguaje aún más elegante para reivindicar el respeto, la tolerancia y la pluralidad. No hubo insultos, ni descalificaciones personales.

A Tostao, músico de ChocQuibTown, quien le reclamó por el trino, le respondió: “Tosti, te respeto y me gusta tu música”. A Francia Márquez, líder social, que le dijo: “En el tiempo de la esclavitud al negro doméstico le entregaron el látigo para que castigará a sus hermanos”, le respondió: “Látigo el que me dan los intolerantes y excluyentes”.

En un entorno donde la salida fácil de muchos líderes políticos ha sido hacer uso de la polarización para salir al paso, lo del ‘Tino’ es admirable. Es posible mantener la coherencia para no dividir aún más la sociedad.

Sigue en Twitter @gusduncan