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El día D

Con las últimas declaraciones de Maduro comienza a ser claro que las...

31 de octubre de 2015 Por: Gustavo Duncan

Con las últimas declaraciones de Maduro comienza a ser claro que las próximas elecciones en Venezuela van a suponer la batalla que definirá el futuro del régimen político. Es evidente que el oficialismo está amenazando con cerrar la rama Legislativa si la oposición gana las elecciones. Nada distinto se puede interpretar de su advertencia de que “no entregaría la revolución” y que pasaría “a gobernar con el pueblo y en unión cívico militar”.El problema es que todo indica que si las elecciones son limpias el triunfo de la oposición debería ser contundente y la Asamblea pasaría a su control. Maduro tendría por primera vez un control político efectivo. En consecuencia, el 6 de diciembre será el día D en la historia del chavismo. Se sabrá si definitivamente se trata de un régimen que acepta la derrota electoral y cede espacios de gobierno a la oposición o si decide traspasar el umbral hacia una dictadura abierta.Lo más probable es que Maduro cumpla sus advertencias. Dejar que la oposición conquiste espacios institucionales tan importantes como una de las ramas del estado sería el principio del fin del régimen revolucionario, como bien lo dice el propio maduro. Y, de paso, sería dejar el camino libre para que los principales jefes del chavismo, empezando por Maduro y Diosdado Cabello, sean juzgados por todos los delitos y abusos cometidos durante las últimas dos décadas. No son cargos de poca monta, algunos de ellos pueden terminar en cárceles estadounidenses por narcotráfico.Las opciones para el oficialismo son dos. Por un lado, pueden hacer fraude en las elecciones y mantener el control de la asamblea nacional sin necesidad de cerrarla. Lo complicado en este caso es que por primera vez el chavismo va a tener que apelar a un fraude de dimensiones gigantescas aun para los estándares tan burdos de los montajes del régimen. Pues no será suficiente con cambiar los resultados en una proporción de un 5% de los votantes, sino que será necesario un robo por encima del 20% para seguir al mando de la asamblea.Por otro lado, Maduro tiene la opción de dar un golpe de estado a la nueva asamblea alegando que la oposición es antirrevolucionaria y no está legitimada para controlar la rama legislativa. Maduro deberá entonces gobernar, como ya advirtió, con los militares. En ese caso sería ya una dictadura abierta y el chavismo no podría reclamar que su legitimidad reposa sobre el consenso de las mayorías. Además de una dictadura sería una dictadura impopular.Sea como fuere lo que queda claro es que después del 6 de diciembre a Maduro le va tocar apelar a mayores dosis de represión para mantener el control del gobierno. Y aunque sea relativamente fácil negar a la oposición el control de la Asamblea, la maniobra no saldrá gratis. Será mucho lo que perderá Maduro en ese día D. En adelante tendrá que ceder enormes cuotas de poder a los militares, quienes al final serán los que sostengan al gobierno dado que los civiles son incapaces de ganarse la aprobación popular. Quizá más adelante a Maduro no lo tumben ni Capriles ni Leopoldo López sino las propias Fuerzas Armadas que se proclaman chavistas.Para Colombia la gran pregunta es si la izquierda radical, aquella que quisiera un implantar un régimen similar aquí, continuará argumentando que Venezuela es una democracia así se roben las elecciones descaradamente o cierren la asamblea a las patadas.